Desde Almería en el Tiempo, nos asomamos a esta emblemática y admirada institución de carácter humanitario, que está presente en todos los rincones del planeta, para reconocer su gran labor en pro del Derecho Internacional Humanitario. Nació en Ginebra (1863) y su fundador e inspirador fue Henry Dunant que quedó impresionado cuando en la Batalla de Solferino (lucha por la unificación de Italia entre piamonteses, apoyados por Francia, y austríacos) observó la tragedia de la guerra con el abandono a su suerte de más de 40.000 personas: “vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a socorrerlos: convenció a la población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema "Tutti fratelli" (Todos hermanos) acuñado por las mujeres de la ciudad de Castiglione dello Stiviere (Provincia de Mantua)”. "Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter Voluntario, Unidad y Universalidad” son sus señas de identidad. En España y Almería comenzó su labor en 1864 y en 2014 se cumplían 150 años de existencia comprometida con las personas más vulnerables. El año pasado, la institución con sede en el Parque Nicolás Salmerón, atendió en la provincia almeriense a 59.700 personas y ello fue posible gracias a la labor de los 2.000 voluntarios y del trabajo del personal técnico y el apoyo de casi 10.000 socios. El presidente almeriense, José Carlos Sánchez, durante la Ceremonia conmemorativa celebrada el pasado 21 de Noviembre en el Auditorio Maestro Padilla, expresó su reconocimiento y agradecimiento a una serie de personas y entidades almerienses que se han volcado con la Cruz Roja en estos años. A nivel personal, siempre he admirado a este movimiento internacional humanitario implicado con las personas porque cree en el ser humano en sí mismo sin importarle la religión, raza, nacionalidad, ideología, sexo... Desde Cruz Roja tienen claro que hay una sola raza: la humana. Durante la Navidad pasada entré en contacto con algunos voluntarios almerienses que me impresionaron por su trabajo atendiendo a las personas sin hogar proporcionándoles comida, bebida, abrigo, útiles para su aseo e higiene y, en fin, ayuda sanitaria y mucha comprensión. Hablo de las Unidades de Emergencia Social (UES) en sus labores de apoyo a las personas que viven en la calle. Algunas noches de esta pasada Navidad, podíamos encontrarnos con un vehículo de Cruz Roja recorriendo las calles de Almería. Las UES, formadas por voluntarios, se dedican al apoyo humano a personas sin hogar que viven en situación extrema. Gracias a la Cruz Roja porque con su solidaridad y compromiso cumple con creces una misión prioritaria: Estar cada vez más cerca de las personas.
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