La pesadilla de la crisis mundial española

Claridad, por favor. Más amigo que de Platón o de su porquero, soy de la verdad. Hasta que no se haga un estudio científico, alejado del electoralismo de los partidos, con pelos y señales de los golfos de cuello duro y guante blanco que hicieron estratosféricos negocios con la crisis, no vamos a salir de dudas. El PP tuvo buen cuidado de arrancar desde Zapatero en vez de los robos financieros de Lehman Brodrers, entre otros. En este sentido llaman “pesadilla” a la crisis mundial española. En vez de culpar al capitalismo del cíclico cáncer que aqueja a este sistema (su sistema), lo cargan sobre el socialismo. Naturalmente, un programa social sin dinero no puede seguir adelante, Zapatero fue víctima, y es aquí donde Rajoy, el peor valorado de los líderes, triunfa con mayoría absoluta. El PP se había presentado a las elecciones con un programa divino que bajaba los impuestos y prometía el paraíso a los españoles. Sin embargo, nada más ganar la Moncloa, la derecha se lanza sin piedad a lo que ahora llama Pedro Sánchez “el destrozo descomunal”. Bajo la batuta de Merkel se impone la austeridad hasta en el papel higiénico. Como han esquilmado las cajas de ahorros y los bancos, hay que ir al dinero público, a nuestro dinero, para ponerse en pie. Y no basta eso solo. Hay que facilitar el despido o su equivalente, bajar los salarios. Ya podrán los empresarios animarse a invertir y levantar empresas. La calle es un clamor: preferentes timados, trabajadores despedidos, médicos y batas blancas que no pueden con la maltratada la sanidad pública, enfermos de hepatitis sin medicinas. Entre tanto la propaganda del régimen no se da tregua: estamos saliendo de la crisis, la recuperación ha venido para quedarse, hemos invertido el proceso. Todavía tenemos casi cinco millones de de parados y una deuda enorme y fantasmal porque no la vemos pero late en casi todo: en los jóvenes de se van, en la cultura, en el I+D+I, en las taxas universitarias, viviendas y dsahucios, etc. Ahora el PP reconoce que son las clases medias las que han pagado la crisis. Por haber sido tan santas ahora les prometen tres millones de empleos. Se trata evidentemente de seguir gobernando ellos cuatro años más. Otra cosa que queda sin aclarar es el rescate. Rajoy lo niega y dice que es su mejor obra social. Las portadas de las revistas extranjeras aportadas por Pedro Sánchez apuntan a algo muy distinto.