3 de abril de 1979

En 1979, Margaret Thatcher es elegida primera ministra del Reino Unido; Grecia, miren qué vueltas da la vida, firma su adhesión a la Comunidad Económica Europea; Michael Jackson lanza su primer disco como solista ‘Off The Wall’ tras separarse de los Jackson Five y la monja católica Teresa de Calcuta es galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

Aquel año pasan otras muchas cosas. Catástrofes naturales como las ocurridas en Bolivia, donde fallecen centenares de personas como consecuencia de unas terribles inundaciones, la sucesión de atentados de la banda terrorista ETA o la ocupación de Camboya por fuerzas vietnamitas, irrumpen en las portadas de la prensa nacional e internacional. 

En España, Adolfo Suarez gana las elecciones generales pero muy pocas semanas después su triunfo se torna en sensación de derrota, al conseguir la izquierda gobernar en muchas grandes capitales tras las primeras elecciones municipales democráticas del 3 de abril de ese año. 

En Almería, un joven abogado laboralista, Santiago Martínez Cabrejas, se convierte, bajo las siglas del PSOE, en el primer alcalde de la recién estrenada democracia. Sai los madrileños tienen la gran suerte de contar con Enrique Tierno Galván, los almerienses no se quedan atrás con Santi. Ambos despiertan, casi de inmediato, ilusión y esperanza.

En 1979 Almería sigue siendo una ciudad casi de posguerra, sin infraestructuras, sin servicios, sin ánimo. La situación es tan complicada que es difícil de entender cómo es posible que alguien esté dispuesto a dar ese paso con el convencimiento de que puede salir escaldado de semejante proyecto. 

Y Santi lo hace, y consigue pactar con las otras fuerzas de la izquierda representadas en el Ayuntamiento, y gobierna, y comienza a poner los mimbres de la transformación de la ciudad que más tarde conoceremos. Y se hace querer por los almerienses, como solo las personas como él pueden hacerlo, sin querer.