Según el último barómetro del CIS, el 80% de los españoles no cree que la economía esté mejorando. Pese a que el Gobierno de Rajoy se empeña en vendernos que la recuperación económica ya está aquí, la realidad es tozuda. En nuestra provincia tenemos 76.744 parados, 4.501 más desde que gobierna Rajoy. Y ya son uno de cada dos los desempleados almerienses que no reciben ningún tipo de prestación.
Cuando un país se encuentra inmerso en una crisis económica, cualquier gobierno razonable toma medidas para proteger a los ciudadanos, pero el Gobierno del PP ha hecho todo lo contrario: aprobar una reforma laboral que facilita el despido y rebajar las prestaciones por desempleo.
Los socialistas hemos reclamado una y otra vez que el Gobierno concediera a Andalucía un plan de empleo similar al que han tenido Extremadura y Canarias, pero siempre se nos ha denegado por los votos en contra de los cargos del PP. Cuando los hemos necesitado, Javier Arenas, el alcalde de Almería, el alcalde de Gádor o el de Cuevas han estado defendiendo los intereses de su partido, no los de esta tierra.
A pesar de que, desde el año 2012, el Gobierno del PP ha recortado en un 61% las transferencias a Andalucía para políticas activas de empleo, el Gobierno Susana Díaz ha logrado poner en marcha hasta cinco planes especiales de empleo, que han permitido firmar en la provincia de Almería más de 8.000 contratos. El pasado martes, además, se renovaban estos planes y se aprobaban un plan para mayores de 45 años, otro para autónomos y otro para el retorno del talento a Andalucía. Gracias a estos planes, la Junta destinará a los ayuntamientos almerienses 19,8 millones de euros para contratar a personas desempleadas. En toda Andalucía, la inversión será de 422 millones de euros entre 2015 y 2016 para favorecer la creación, según las previsiones, de más de 60.600 empleos.
Para después de las elecciones, la presidenta ha prometido que seguirá trabajando la misma prioridad: la creación de empleo. Se pondrá en marcha un ente público para facilitar crédito a pymes, autónomos, cooperativas y entidades de economía social. Además, habrá reducciones en el tramo autonómico del IRPF para las personas que quieran emprender, crecer e innovar, y se inyectará oxígeno financiero a las clases medias, con nuevas reducciones del impuesto de sucesiones y donaciones, así como deducciones en el impuesto de patrimonio para quienes ayuden al tejido productivo andaluz. Son medidas concretas, porque hay una cosa clara: el empleo sólo se crea con voluntad y trabajo.
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