Egeas de la Cultura

El azar, la casualidad o  una misteriosa y desconocida confabulación auspiciada por alguno de los toten que domina las hermosas y sugerentes tierras del norte velezano han llevado a los titulares de la actualidad cultural de la semana pasada dos nombres  almerienses y un mismo apellido. Ambos comparten la misma cuna: Chirivel. Y junto a la cuna la vida les ha deparado otras sabrosas y enriquecedoras coincidencias que les han dotado, en campos diferentes, de una insaciable capacidad creativa, a la par que de una sensibilidad inusitada para transformar en arte todo cuanto ambos creadores han percibido en sus respectivas trayectorias vitales. Ambos comulgan de esa irresistible atracción que sin perder la visión global del mundo les hace sentirse estrechamente unidos a su mismo origen, a sus gentes y a sus tierras velezanas que han contribuido a conformar una personalidad y una reconocida obra en cada caso. Me refiero a dos nombres propios con un mismo apellido: Julio Alfredo Egea y Antonio Egea, egeas de la noticia, egeas de la pluma, de la Literatura, de la poesía y de la prosa; egeas de la docencia, del grabado, de la pintura..y de la música; egeas enraizados en las mismas calles, en casas vecinas y en la misma familia; egeas de distintas generaciones pero unidos por un personal compromiso con la creación y con la Cultura.

Julio Alfredo Egea ha escrito con tinta generosa la acertada y nunca bien pagada donación de su legado documental a los andaluces a través de la Biblioteca de Andalucía, institución que albergará documentos y fondos bibliográficos del cantor de la Sabina. Un impagable regalo de  la bonhomía del poeta de Chirivel. Antonio Egea, maestro artístico de sabia estirpe, muestra durante este mes en la Biblioteca Villaespesa su “Triptico”, una exposición de pinturas paridas entre la literatura y la fantasía. Lo mejor de este dúo  de egeas es que ambos, Julio y Antonio, sueñan con el sueño de sus respectivas obras.