El Consejo Consultivo da un capón a la Consejería de turismo

Desde antes del año 2010 se viene hablando en AlmerÍa del proyecto turístico a ubicar en el paraje de Hoya Altica de la capital. Creo que estamos en 2015. Cinco años, cinco. Todo un lustro, todo, para que al final el Consejo Consultivo le dé un capón a la Consejería de Turismo de la Junta y abra las puertas a este complejo turístico. No entro en el fondo de la cuestión, técnicos tienen las administraciones para decidir si beneficia o no a la ciudad, a los ciudadanos, a los parados, a los pájaros y hasta a los pitacos la construcción del citado. Lo que clama al cielo es que se hayan tardado cinco años, cinco, todo un lustro, todo, para tomar una decisión que no debía haber llevado más de seis meses. Cuando algunos decimos que Almería está paralizada por los políticos de Sevilla y nos llaman de todo menos bonicos, historias como la de Hoyo Altica demuestran quién tiene razón. Cinco años, todo un lustro para decidir que hay que darle lo de excelencia turística al proyecto. 

Y creen ustedes que se le han acabado los problemas al complejo turístico, no lo crean. Si el mismo no sale de la mente de algún político se va a encontrar con una oposición terrible. Lo que disfrutó algún concejal siendo dueño y señor de El Toyo durante algunos años. Un complejo que, en lo que a los apartamentos se refiere (no entro en otras zonas y construcciones), más parecen de película B. Era muy complicado que fueran más feos, pues lo son. Pero como el proyecto venía de la mano de los políticos, ahí lo tienen y con unos propietarios muy cabreados porque tienen que pagar unas carísimas zonas comunes. Son las cosas de Almería, son las cosas del poder.

Clama al cielo que la Consejería de Turismo de la Junta estuviera en el 2010 a favor del complejo, y que lo mismo que ocurrió con el Algarrobico al final se pusiera en contra. Menos mal que en la Hoya Altica no habían comenzado las obras, nos podríamos encontrar con otro futuro derribo a pagar entre todos los ciudadanos que pagamos impuestos. Eso, menos mal.  Y luego a estos políticos de pacotilla se les llena la boca de hay que defender el turismo, la gran arma de Almería tras la agricultura. Pues no se nota, han estado cinco años ninguneando un plan que, de entrada, puede crear más de cinco mil puestos de trabajo. ¿No interesa ese trabajo?