Se pide inhabilitación para cargo público al ex de Oria, José Pérez

Kayros
22:00 • 01 abr. 2015

¿Creen ustedes que estuvo, está o estará muy preocupado el señor Pérez por la inhabilitación que le ha solicitado la Justicia? Corría el año dos mil siete, como alcalde de Oria estaba don José Pérez. Los tiempos del bueno de Bartolomé Sánchez habían dado paso a nuevos personajes en el ayuntamiento. Entre ellos al señor Pérez, don José. El hombre, en un intento de dar trabajo a los parados de su pueblo, una lacra ya en ese año, dio la oportunidad a treinta y siete de ellos para poder salir del paro. El pueblo recibió la noticia con alegría. El alcalde va a contratar a un montón de paraos, se decía en plazas, calles y bares de la localidad, algunos con la mejor receta de careta que se conoce en la provincia. Don José había ganado con la mayoría de los votos de los vecinos la vara de mando, y entendió el hombre que tras la victoria podía hacer en el ayuntamiento lo que le diera la gana. Y a ello se dedicó. Para empezar no vio mejor camino que los treinta siete personas a contratar lo serían sin convocatoria alguna, sin pruebas, sin oposiciones. Y como un viejo y casi olvidado manigero salió a la plaza principal de Oria y se trajo a su cortijo (el ayuntamiento) a los parados que le parecieron más oportunos. ¿Amigos, compañeros, familiares, conmilitones? Vaya usted a saber. Pero las críticas le llegaron a don José y con las críticas las denuncias de lo que parecía un atropello vecinal. Don José dejó la alcaldía y con ello parecía olvidado el tema de los treinta y siete de Oria. Pero no era así. La cadena de la justicia se había puesto en marcha y en algún momento vendría con las madres mías, y las suyas, también las suyas. Corre el año dos mil quince de nuestra era. Han pasado siete largos años y nos sale ahora la justicia con una petición para inhabilitar a un político que hace años dejó de serlo y por algo que cometió hace siete años, siete. No sé cuántos trabajadores de aquellos siguen trabajando (ni creo que ahora sea lo importante), algunos no debieron obtener aquel puesto y don José no debió comportarse como el capataz de cualquier cortijo, pero siete años después suena a broma macabra que se lo digamos oficialmente. Con esta justicia es normal que nos sintamos desprotegidos. ¿Quién defendía hace siete años a los parados de Oria que no eran amigos del alcalde?







Temas relacionados

para ti

en destaque