Ralentizar el AVE ¿todavía más?

El peligro de los llamados “fichajes estrella”, ya sean en el ámbito deportivo, periodístico, judicial o político, es que quien llega precedido de una cierta fama ha de hacer valer rápidamente su valor diferencial por medio de algún gesto, ocurrencia o aportación que no suele ser más que una majadería carente de sentido que, sin embargo, es saludada con entusiasmo por sus reclutadores. Por otra parte, no es lo mismo fichar a un delantero iletrado que a todo un profesor de la London School of Economics. Si para el primer caso suele bastar con el estreno de un corte  de pelo estilo mohicano y una declaración del tipo “desde niño mi sueño era jugar en este equipo”, cuando el incorporado es un economista de cierto renombre hay que buscar otro medio de demostrar esa bien remunerada diferencia. Y así, el reciente fichaje de Ciudadanos, el profesor Luis Garicano, ha redactado un programa económico de gobierno para esta formación en la que se frena tajantemente la inversión en las obras del AVE. A cambio, se propone más inversión, en I+D, que es un aspecto irresistible para una amplia mayoría de desconocedores de cualquier fórmula de investigación y desarrollo. Puede que no sea razonable que España sea el país de Europa con más kilómetros de alta velocidad y que cerrar el grifo al AVE se pueda ver, desde Barcelona o Madrid, como una medida inteligente. Pero además de evidenciar que pensar en el poder con criterios centralistas no es ninguna novedad salvífica, me gustaría saber cómo se podría explicar en Almería el pretendido cerrojazo económico de Ciudadanos al AVE. ¿Reaccionarán de algún modo los mismos empresarios que afearon públicamente al presidente Rajoy la tardanza del proyecto? ¿Tendrían algo que decir los sindicatos almerienses? ¿Se podría entender como I+D poner una cafetería decente para las siete horas del Talgo a Madrid? En Almería, un AVE paralizado es tan útil como esa inolvidable Faluca.