Hace días conocimos el proyecto municipal sobre el Cervantes

Si les digo que estoy de acuerdo con el escrito de don Diego Cervantes sobre el convenio que presenta Luis Rogelio al Círculo Mercantil y que se publicó en nuestro periódico, La Voz de Almería, el 28 de marzo, seguro que se enfada el señor Cervantes. Tenemos nuestras históricas diferencias. Pero estoy de acuerdo con el espíritu de su escrito. Lo siento don Diego, que le vamos a hacer. Ya en otra ocasión escribí que tendría que ser muy cuidadoso Luis Rogelio con el dinero de los almerienses que iba a dedicar al Teatro Cervantes. No entro en cuestiones de la sociedad propietaria, pero sí en la necesidad que tiene el ayuntamiento de gastar dinero en algo que no es de su propiedad y que por lo visto no lo va a ser nunca. Me parece bien que se subvencione a los propietarios para el mantenimiento del edifico, como se hace con otros en la ciudad. Nada que objetar a ello. Pero rehacer todo el interior del inmueble a cambio de unos años de uso, aunque sean setenta, no sé si es un buen negocio para los ciudadanos que van a pagar las obras con sus impuestos. Que nos lo expliquen con más detalle. El Cervantes se quiere convertir en otro escenario municipal para la cultura. ¿Es necesario otro almacén cultural, como les llaman ahora? ¿Cuántas tardes o noches al año se abre el Maestro Padilla? ¿Cuántas el teatro Apolo? Me van a decir que son aforos distintos y con vida propia cada uno de ellos. Si en el Cervantes celebramos el festival de cortos, el siglo de oro, el carnaval y los grandes eventos musicales, que lo van a preferir las compañías como el gran escenario que es, ya me dirán para qué queremos el lejano (frio y ventoso en invierno) Maestro Padilla, cuando en el centro de la ciudad tenemos un “bombón” como el Cervantes y en su entorno bares donde tomar la penúltima de la noche. Todos apostamos por el Cervantes como el gran teatro de la ciudad, pero no a cualquier precio señor alcalde. Y menos cuando ese dinero tiene que salir de los bolsillos de los de siempre. Don Luis, tiene razón el señor Cervantes cuando alega que algunas de sus medidas les cuestan demasiado a los ciudadanos. No me atrevería a aseverar que es por culpa de sus amigos, pero a veces el aroma de las mismas siempre vuela por el sendero que denuncia don Diego.