Acaban de comenzar los trabajos de regeneración de la Playa de Costacabana, una actuación comprometida con los vecinos del barrio y que finalmente, cuando los técnicos de Costas lo han visto más seguro para evitar cambios bruscos de tiempo, han podido empezar a tomar cuerpo. Cuando la otra mañana recorría el paseo marítimo con los vecinos, creo que todos compartíamos la misma satisfacción por ver con nuestros propios ojos el inicio de un cambio que todos habíamos soñado y que todos habíamos esperado tanto. Se trata de una actuación con vocación de permanencia que aspira a dar una solución de carácter definitivo a esa zona del litoral acabando con los continuos aportes de arena que había que hacer temporal tras temporal. La satisfacción, además, era doble, porque los técnicos del Ministerio han adoptado finalmente la solución que proponíamos desde el Ayuntamiento y la Asociación de Vecinos, a los que desde aquí quiero dar gracias una vez más por su comprensión, por su paciencia y por su espíritu de colaboración.
La actuación, con una partida de 2,4 millones de euros, consiste en regenerar la playa mediante la aportación de unos 125.000 m3 de arena y la construcción de 4 espigones de 125 mts. de longitud y un quinto de planta curva de 135 mts. para que sirva de apoyo a la arena aportada pero que no impida el transporte sólido litoral de posibles nuevas aportaciones de arena del río Andarax. La arena de aportación a la playa, así como la escollera para la construcción de los espigones, procede de canteras de explotación legalizadas. Se trata además de arena lavada a fin de eliminar los limos y por tanto la turbidez. El tiempo estimado de duración de las obras es de unos nueve meses. La regeneración de este espacio a través de la construcción de los espigones permitirá la estabilización de la arena sobre la playa y una solución global a un problema histórico, muy demandado por los vecinos que ahora ven recompensado el esfuerzo realizado. Y la verdad, no ha sido fácil. Ha costado mucho trabajo, incluso declarar la obra por emergencia para solucionar los problemas de erosión y los daños que continuamente ha sufrido la playa de Costacabana, por los temporales registrados. Este era un objetivo de todos, una petición lógica y racional que viene a demostrar la colaboración entre administraciones, Ayuntamiento y Gobierno, y también de los vecinos, y a pesar de los inconvenientes que han puesto otras administraciones, entre las que una vez más me veo en la obligación de recordar el poco colaborativo papel de la Junta de Andalucía, experta en dejar constancia de su vocación de factor limitante del crecimiento de Almería. En todo caso, creo que estamos ante una buena noticia no sólo para Costacabana, sino para el resto de Almería, que de este modo va a ganar una playa más para disfrute de todos.
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