La Legislatura del diálogo

Ser elegido para formar parte de un órgano de representación ciudadana es uno de los momentos más satisfactorios que puede vivir alguien que pretenda dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos con la única herramienta democrática que existe para cambiar la realidad: la política. Por eso, el haber asistido esta semana al acto de constitución de la X Legislatura del Parlamento de Andalucía, con mi acta de parlamentario bajo el brazo, para tomar posesión, ha sido para mí un momento inolvidable.

Tomar posesión supone aceptar un compromiso ineludible con la sociedad, el deber de trabajar para que nuestras acciones tengan una repercusión positiva en la gente.

Tenemos que hacer lo imposible para que en los próximos años superemos la actual situación de crisis y las personas que están pasando por más dificultades vuelvan a tener una situación normalizada. Además, pelearemos para que la provincia no se convierta en una isla y para que nuestra economía no tenga ningún lastre, como consecuencia de la falta de infraestructuras.

Todos los políticos almerienses, seamos del partido que seamos, tenemos el deber de ser reivindicativos y pelear para que nuestra provincia no quede aislada por su situación geográfica. Para ello, desde el PSOE reclamaremos a quien haya que reclamarle las inversiones que permitan que los almerienses seamos tratados al mismo nivel que el resto de ciudadanos de España.

Para esto hay que sumar y por eso confío en que el espectáculo que protagonizó el PP en la sesión constituyente del Parlamento –reclamando dos representantes en la Mesa del Parlamento, lo que suponía dejar sin representante a otra fuerza política–,se quede en un episodio aislado y no sea un adelanto de lo que está por venir. Con su comportamiento, el PP demostró que no ha entendido nada de lo que pasó en las últimas elecciones. El 22 de marzo, los andaluces hablaron y dijeron que confiaban mayoritariamente en el PSOE. Pero también dijeron que querían un Parlamento plural, con representantes de varios partidos. De esta manera, los ciudadanos nos pidieron diálogo, que nos entendiéramos. Y el único partido que no ha comprendido eso es el PP. Conociendo sobradamente lo que dice el reglamento de la Cámara en cuanto al reparto de la representación en la Mesa, los parlamentarios del PP han preferido buscar el enfrentamiento y volver a la estrategia de gresca constante en la que llevan años y que tan malos resultados les ha dado. Por eso confío en que reaccionen y corrijan su comportamiento. Tenemos por delante la Legislatura del diálogo y ahí esperamos al Partido Popular.