Ortiz Bono imputado por permitir plantar olivos en Tabernas

Lleva un tiempo que no gana para sustos el delegado de Agricultura de la Junta en Almería. Los grupos ecologistas no le dejan vivir en paz, los armadores de pesca lo persiguen y amenazan con querellas, el alcalde de Chercos (y con razón) no descarta llevarle ante la Justicia, pero mire por donde llega antes la fiscalía y le imputa por el grave delito de permitir una plantación de olivos en el desierto de Tabernas. Ahora resulta que plantar un árbol, en según qué sitios, es delito. No lo sabía. Creía que delito era coger manzanilla en la sierra para los dolores de “barriga”. No se ponga borde, que le conozco. Lo que usted ha leído es que se le imputa por haber firmado un cambio de cultivo no permitido, y eso sí puede constituir un delito. O que el permiso se haya divido en tres partes y burlar así la legalidad vigente. ¿Algo parecido a lo que hacía o hace algún alcalde cuando adjudica las obras pero las divide en partes para no tener que sacarla a concurso público y adjudicarlas a los amigos? Algo parecido ¿Quiere ello decir que no se trata de estar en contra de la plantación de olivos, oro líquido de España, sino de que se ha hecho con artera decisión? Lo digo porque se ha conocido estos días que la Junta tampoco quiere que en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar se planten olivos por parte de otra empresa. La tienen ustedes tomada con los árboles. ¿Los ecologistas también? Ellos han sido los que han denunciado al delegado y a dos altos funcionarios. Tiene que haber otra explicación. Parece que eran terrenos forestales y desde la delegación se han pasado a agrícolas de aquella manera. ¿Es un delito pasar unos terrenos forestales a agrícolas? ¿Es un delito que se le pueda sacar un beneficio a la tierra, que se puedan crear unos puestos de trabajo con la plantación de unos olivos? O es “de aquella manera” lo que se estipula como delito. Me parece increíble que en una provincia que crece muy por debajo de la media, según los últimos informes conocidos, se puedan poner reparos a la creación de riqueza. Al final saldrán diciendo que es un problema de falta de agua. Siempre el agua. Pero cuando se cargaron el Plan Hidrológico Nacional nadie levantó la voz. Nadie denunció la tropelía que se cometía contra Almería. Ya nos quitaron las uvas, que no nos quiten mañana los olivos.