No, no y no

Antonio Felipe Rubio
01:00 • 15 may. 2015

A la espera de componendas tras el 24M nadie se quiere significar con el apoyo a Susana Díaz. Cuando parecía agotarse la imaginación en la factoría de coartadas y excusas estalla el escándalo de Aznalcóllar. PP, C´s y Podemos han dado con un filón que justifique continuar explotando el “tactismo” y “tacticismo”. Pero, como se dice en minería, separemos la mena de la ganga.


¿Acaso alguien se extraña -a estas alturas- del “modelo” de adjudicaciones y contrataciones de la Junta de Andalucía? Quizá nos hayamos olvidado del derroche de nepotismo sectario que ha adornado la creación de empresas, instituciones, organismos… que la Junta ha protagonizado desde tiempos inmemoriales. 


Recuerden el sistema sectario de otorgamiento de licencias para las emisoras de radio en FM; los amigables canales de TV local en TDT; los permisos para  huertos solares a -casualidad- exdirigentes socialistas; la compra de terrenos (LIC) del PITA; las demarcaciones y calificaciones de suelo en Cabo de Gata; la tortuga mora, el sapo leproso…; la discrecionalidad en los BIC (impedir Corte Inglés); y por no abundar en ruinosas subvenciones y empresas como Ándalus (líneas aéreas) que fenecieron con el espectáculo de la Guardia Civil a pie de escalerilla embargando el aparato. Éstas, y decenas de miles más que no ha publicado El Mundo, han jalonado los comportamientos de la Junta en Andalucía y que no difieren si es Chaves, Griñán o Susana.




A la insultante desfachatez se le suma el electoralismo. A Susana no le “tiembla el pulso” una vez más, y van… Sin encomendarse a consecuencias o efectos colaterales (¿otro Algarrobico?)  pega un barrenazo y cierra la mina. Caso inédito en la habitual resistencia numantina que ofrece la Junta a reconocer errores propios y a aceptar el tactismo o tropismo de autos judiciales. Vamos, que si no se tratase de los intereses de Susana (investidura) iban a tardar en mandar a esparragar a la juez del 3 de los de Sevilla. Alaya puede avalar el reconocido y disciplinado talante colaborador de la Junta. 


Susana ha sido responsable máxima y directa de un asunto que la homologa como integrante, participante y continuadora de una saga/casta al frente de una institución que afronta el auto judicial plagado de inequívocos calificativos de monumental pucherazo. 




Los que ahora hablan de regeneración democrática y anticorrupción exhibiendo peregrinos y artificiosos argumentos para facilitar la investidura ya no tendrán que referirse a situaciones pretéritas o pedir la cabeza de dirigentes imputados; aquí, con Susana, tienen una mina a cielo abierto y con la maquinaria maniobrando a la vista.


Es una vergüenza que partidos que juegan al “tacticismo” hablen de Código Ético sólo para casos de corrupción. ¿Acaso la “corrupción” está tipificada como delito formalmente? No nos dejemos engañar. En el Código Penal no existe el delito de corrupción; existen delitos que, en su conjunto, conducen a englobarlos en la expresión “corrupción”. Así las cosas, la prevaricación, cohecho y malversación son “delitos de corrupción” para los ya instalados; y la apropiación indebida, ingresos irregulares, alzamiento de bienes, falsedad documental… debería suponer inexcusable impedimento para los que pretenden su instalación. Y esto les toca de lleno a C´s y Podemos. El problema radica en la tremenda cara dura de algunos/as que no tienen clasificación en la Escala de Mohs. 




Susana acaba de recibir su tercer No. Quienes la conocen dicen tener miedo a que consiga el Sí. “La mala leche acumulada en reiterados rechazos -me dicen- puede estallar en una venganza de proporciones descomunales”. Y es que frustrar la abrupta vanidad de Susana puede alumbrar una peleana erupción de talante y regeneración democrática que, por si acaso, es preferible observarla de lejos y a buen recaudo.     



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