Una moneda deja sin alcaldía al socialista Francisco Martínez

Todos los seres humanos tenemos alguna debilidad, y los viejos las tenemos casi todas. A lo largo de los años hemos conocido a gente que se merecía el placentero aplauso, la gratitud por un momento feliz o la amistad duradera. A Paco lo conozco desde hace más de treinta años. Nos hemos hecho viejos, querido Paco. Mi cabeza la piden los políticos casi todos los días. La tuya, la política, ha volado junto a una moneda por los aires y te ha dejado sin tu juguete (dicho con todo el cariño que te profeso) preferido. Desde el sábado dejas de ser el alcalde de Albanchez. Sé lo que supone para ti, no creas. Como me considero amigo tuyo me permito decirte que no me ha gustado que denunciaras que gente de otros municipios y de tu propio partido han estado haciendo campaña en tu contra en Albanchez. Paco, hay que irse con la cabeza alta y sin rencores. Confesao, que diría quien tú sabes. Estoy convencido de que te arrepentiste tras pronunciar la citada frase. No te pegaba. La gente se cansa de vernos, de que les digamos lo que tiene que hacer y sobre todo cuando de política se trata.  

Francisco, si miras atrás, ¡cuántos no han pasado por la dirección política de tu partido desde aquellos lejanos años setenta y tantos!. Les llegó el momento de la jubilación y tuvieron que dejar el bastón de mando en manos más jóvenes, no creo que mejores y a las pruebas de los votos me remito, pero lo hicieron. Es cierto que algunos con las patas por arriba, pero los menos. No deja de ser una “putada” que sea una moneda al aire la que decida un pasado tan largo y un futuro por hacer. Pero así es la vida. Tan putada como que en España hayan mandado los nacionalistas por aquello de los pactos y que ahora estemos en Almería en manos de un beato pretencioso. No es como el tuyo, más quisiéramos.

Ahora te toca ayudarles. Llegan como si lo supieran todo, con la valentía que da la juventud y la novedad. El 14, tras la resaca de la toma de posesión y la alegría de la celebración vendrán las madres mías. Cierra la puerta con elegancia y le entregas la llave al que desde mañana se tiene que hacer cargo de los destinos del pueblo. Y si te quedas en la oposición, lo que no deja de ser duro a nuestros años, a seguir luchando por la gente de tu pueblo. Paco, un fuerte abrazo.