Podemos: ¿sueño o realidad?

Al margen de cualquier interpretación subjetiva, lo que está fuera de duda es que el 15-M fue una flamarada de descontento contra el bipartidismo. Jóvenes y mayores, derecha e izquierda, anarquistas y gente de orden, la Puerta del Sol se mostró especialmente indignada porque no se sentía representados en el tablero político. 

Aquel fogonazo tuvo eco a nivel internacional. Pasó algún tiempo y los herederos del 15-M dieron en la tecla de organizarse mejor entrando en el juego legal de los partidos. Dicha herencia la recogió Podemos y ya conocemos sus resultados en las elecciones europeas. A partir del 24-M, las cosas se han ido complicando para el partido de Pablo Iglesias. Eso de querer sustituir al PSOE sin querer formar parte de pactos de progreso introduce una dificultad inesperada que está siendo aprovechada por Ciudadanos. 

¿Dónde se ha visto un partido de centroderecha que lo mismo salva con su voto al PP en Madrid como al PSOE en Andalucía? Albert Rivera espera las generales como agua de mayo; entonces será la ocasión de sacar a flote su verdadera ideología. Pero mientras tanto el sueño de la unidad de la izquierda sigue tan imposible como siempre. Son demasiadas la exigencias de Podemos para pactar con los socialistas y hay quien dice que si continúa vivo y coleando el PP en un montón de ayuntamientos es por culpa de Podemos. Pero la contestación ya no está solo en la derecha que tilda a los de la coleta de radicales y chavistas sino dentro del propio partido. Ayer se publicó el escrito de un grupo de dirigentes y diputados autonómicos que reclaman mayor apertura a otras fuerzas. Han visto el éxito de ‘Ahora Madrid’ y de ‘Barcelona en comú’ y han llegado a la conclusión de que Podemos ya no es el único instrumento del cambio y que a este paso llegarán a convertir en “un partido más”. ¿No es una lástima que por exceso de protagonismo o tal vez por infantilismo se pierda tanta energía creadora? Como en el Mayo francés, esto no puede quedar en una frasecita de esas que llevan en su cartera las niñas bien: “Debajo de los adoquines está el mar”.