35 km nuevos para sillas de ruedas

“Con esta actuación urbanística que fomenta el uso de la bicicleta nos beneficiamos toda la ciudadanía, incluida la que va sobre silla de ruedas”

Antonio Sánchez de Amo
01:00 • 17 jun. 2015

Así, de golpe, sin anestesia, el 24-M nos ha traído también un itinerario completo en silla de ruedas por toda la capital almeriense de 35 kilómetros y 22 metros de recorrido. Otra cosa diferente es cómo te adentras después en la cada vez más accesible jungla de la urbe a bordo de tu prótesis rodante. El milagro, obrado por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Almería, es a cuenta del nuevo carril bici. Aunque el Plan Andaluz de la Bicicleta tiene un periodo de ejecución de seis años (2014/2020), en nuestra ciudad han batido records: en sólo catorce meses (desde que se firmó el acuerdo marco de colaboración entre la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento), ambas instituciones públicas han trazado un larguísimo cordón de movilidad urbana para un medio de transporte tan ecológico y sano como es la bicicleta, que atraviesa el territorio capitalino en horizontal, vertical y diagonal de norte a sur y de este a oeste.


Con esta actuación urbanística que fomenta el uso de la bicicleta nos beneficiamos toda la ciudadanía, incluida la que va sobre silla de ruedas. Lustros llevamos el movimiento asociativo de la discapacidad, el de la tercera edad y el de carritos de bebés (si es que existiera) reivindicando la supresión de bordillos, la reducción de pronunciadas rampas y el diseño de una ciudad más humana. Por fin ha llegado. Pero de la mano del carril bici. Lo que nunca entendió casi nadie, o no quisieron entender, es lo sencillo que era poner a cota cero el tránsito peatonal. Ahora lo han visto claro para que las dos ruedas ciclistas circulen si obstáculos por nuestra ciudad.


La reciente cita electoral municipal nos ha traído, más pronto que tarde, un plácido itinerario similar al de ir hasta El Ejido; siempre que tuvieras ganas de empujar mi silla de ruedas, o yo fuerzas de centauro o mi batería suficiente energía sin recargar. La generosidad de la Junta de Andalucía nos va a proporcionar 26,47km y el Ayuntamiento de Almería ha aportado ya 8,75. Pero sólo falta un pequeño detalle: que la futura corporación que surja del Pleno almeriense de 13 de junio, apunte en su hoja de ruta aprobar una ordenanza municipal que fomente la convivencia de peatones y ciclistas. Porque, reconozcámoslo, los peatones no estamos aún preparados para ello (y los ciclistas también les falta). Se nos hace extraño ver bicicletas por las aceras, pisar un pavimento pintado de marrón, asustarnos cada vez que escuchamos el riiiin-rin de un timbre a nuestra espalda o cruzar por un paso de cebra pintado sobre las losas como si fuera el tablero del Monopoly. En ayuntamientos importantes con sobrada conciencia ecológica en el uso de la bicicleta como Sevilla o Zaragoza hace años que tienen la preceptiva normativa local en esta materia de seguridad vial.




Vamos que ya sólo falta que en Almería hagan la gracia completa y nos permitan a las sillas de ruedas utilizar felizmente y de manera autónoma un nuevo elemento urbanístico de la ciudad plenamente accesible e inclusivo.






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