Los ediles del Psoe han presentado sus declaraciones de bienes

Me costó trabajo creer que alguien con más de cincuenta años, presidente de la Junta durante muchos años, con sueldo por encima de ochenta mil euros anuales, nos contará a los ciudadanos que sólo tenía ocho mil euros en su cuenta y que el resto de los miles ganados se los había gastado en la educación de sus hijos. No digo que se pueda comparar con lo que hemos leído sobre los bienes de los concejales del Psoe en el ayuntamiento almeriense, pero con todas las diferencias que ustedes quieran poner, algunas cuestiones conocidas no dejan de ser una sorpresa, grande o pequeña, según se mire.  Cada uno es libre de gastarse los dineros que lleva a casa en lo que le parezca bien y encima le da la gana, o guardarlo en el banco o debajo del ladrillo. Lo que a mí me gustaría saber, y supongo que al resto de los ciudadanos que pagamos los sueldos de sus señorías, es conocer todos y cada uno de los euros que llegan a sus carteras. Todos. No sólo las macro cifras de sus sueldos, también las pequeñas de sus prebendas. Cobros por asistencias a plenos, comisiones, dietas, desplazamientos, procesiones y otras lindezas que paga el ayuntamiento y de lo que no se da cuenta a esa opinión pública que paga sus emolumentos.

Pongan en esa ventana de la transparencia que ustedes nos quieren vender hasta el último de los céntimos recibidos y por cualquier circunstancia pública. Dicen que la declaración de la renta (puñetera hacienda) es una cosa muy persona y particular, vale, pero si el dinero viene de la casa común, esa casa que pagamos entre todos los ciudadanos debería dejar de ser particular y privada para ser pública, pues público es el dinero que reciben cada mes. El decirnos que tienen media casa, medio coche, medio apartamento, una cuenta de ocho, diez o cien mil euros y una hipoteca, por muy gorda que sea la misma, nos indica poco, más bien habría que decir que nada. Hace años se le encontraron a un político diecinueve cuentas en todo el país a nombres de familiares y otros nombres rocambolescos. Me van a perdonar, pero no le veo efectividad. Me parece un buen ejercicio lo de enseñar sus bienes para calmar al personal, que  anda muy soflamado por los emergentes, pero habría que pedirles mucha más transparencia de la que nos quieren demostrar a través de la ventana de sus bienes. Esperamos las demás cuentas.