Verano caliente en la capital almeriense

Y no me refiero solamente a lo climatológico, que está siendo especialmente duro. Pese a ello, está siendo un verano lleno de noticias, especialmente complicadas por su gran trascendencia desde  el punto de vista social y político.
Tremendas son las noticias de tantos infanticidios, asesinatos, violencia de género, incendios que arrasan miles de hectáreas, etc que superan con creces todo lo imaginable, como si estos tórridos calores hubieran reblandecido los cerebros de tantas y tantas mentes enfermizas que nos han llenado a todos los españoles de legitimo dolor.
Es inevitable hacer referencia a todas estas situaciones  porque creo que están en el pensamiento de todos , sin embargo, de lo que a mí me gustaría opinar  es de algunos de nuestros permanentes problemas domésticos.

Teatro Cervantes De nuevo, se pone en candelero el eterno problema de la aspiración municipal de conseguir la titularidad del Teatro Cervantes para disfrute desde lo público, y uno lee con estupefacción lo que se dice por parte de nuestros políticos locales, sobre el modo y la forma de conseguir esa titularidad.
Algunos parecen olvidar que se trata de una propiedad privada, cosa que en este país todavía es respetada. En el peor de los casos, de no llegar a un acuerdo con los titulares del Circulo Mercantil, siempre deseable, sería el momento de la expropiación por parte del Ayuntamiento, pero siempre sometida a justiprecios justos y soportables, teniendo en cuenta la enorme inversión a realizar para su integral rehabilitación. En caso contrario, estaríamos hablando de expolio, quizás apoyado desde la izquierda, pero actitud sorprendente en Ciudadanos que quiere la propiedad pero sin compensaciones para la misma.
Como no sentirse escandalizado una vez más, aunque sea verano, con el incumplimiento de la Junta para con los vecinos de Retamar-Toyo a quienes se les niega de nuevo su Instituto, pidiendo autorización al Ayuntamiento para seguir con aulas prefabricadas. Ahora no podrá culpar la Junta al Ayuntamiento de supuestos retrasos, primero en la cesión del suelo para su ubicación y luego para la licencia de construcción. Una vez más, se pone de manifiesto la falta de inversión por parte de la Junta en nuestra ciudad, como injusto castigo a los almerienses, actitud en línea con lo acontecido con el Hospital Materno-Infantil fallido y del que no se tiene ninguna noticia.
En lo político estricto, en el momento en que escribo, no conozco el resultado de la comparecencia del ministro de Interior en el Congreso, para explicar el sorprendente encuentro mantenido en el Ministerio con el imputado señor Rato, encuentro que, en mi opinión, ha constituido una torpeza que ha dado “munición” a la oposición y confunde, especialmente, a los ciudadanos que siguen viendo a los políticos y sus comportamientos como una de sus principales preocupaciones, independientemente de las posibles explicaciones, puesto que ya está condenado políticamente.
Verano, distinto sí en la climatología, pero en lo demás, la misma tónica de todos los años.