El decreto sobre la segregación de Balanegra, “como el culo”

El titular está copiado de las declaraciones del alcalde popular de Berja, Antonio Torres y aparecidas en prensa. Don Antonio, depende. ¿De qué depende? Del “culo” al que usted se refiera. Si usted hubiera dicho el decreto de la Junta está hecho “con el culo” estaríamos pensando, perdonen la expresión, que el decreto de la Junta es como una “majá” de vaca. También tiene su interés la “majá”, no crean, más de un invierno ha servido para llevar algo de calor a muchos de los excursionistas o montañeros por las sierras de Almería y Granada. Pero al decir que es “como el culo”, sin poner el ejemplo del “culo” al que se refiere, a la imaginación me ha venido el de mi vecina, y usted me va a perdonar, pero el de mi vecina está de mirada fija y durante todo el tiempo que lo tenga uno delante. ¡Dios, “qué hermoso culo”! No voy a nombrar “culos” almerienses dignos de admirar por aquello de que no me llamen viejo verde, machista y otras lindezas. Pero creo que no ha estado usted, don Antonio, ducho en la materia, perdone. No debe ser usted un gran experto en tan admirable y casi divina parte de cuerpo humano. 
Recuerdo a Manolo del Águila, entrañable almeriense donde los hubiera, que nos contaba sus aventuras con Brigitte Bardot. y la admiración que levantaba el divino “culo” de la francesa en los ojos de aquellos almerienses de los sesenta. Si la Junta saca un decreto como el “culo” de B.B. entenderá don Antonio que no es posible ni plausible el que éste sea denostado. Habrá redactado un decreto casi divino. Cierto que podemos encontrar algunos “culos” paseando por nuestras calles que no son todo lo perfectos que quisiéramos, pero siempre tendrán algo por los que defenderlos. Con sus declaraciones sobre el decreto de la Junta llego a una conclusión: No sería usted un buen jurado para un concurso de belleza. No parece estar preparado para diferenciar “las divinidades de los culos” que al concurso se presenten.
Dicho esto, parece de lógica que su ayuntamiento presente alegación al decreto de la Junta. No sólo de lógica, es que es su obligación como ayuntamiento que se ve afectado por la segregación de una parte de su territorio. No hacerlo sería faltar al voto que le dieron sus vecinos para defender los intereses del pueblo, de sus territorios y de los hombres y mujeres que en ellos viven.