Barracones

Podrán llamarlas eufemísticamente “aulas de fabricación rápida”, podrán engañarse a sí mismos asegurando que “a veces tienen una calidad superior a las aulas construidas”, pero la realidad es que muchos (la cifra no ha sido cuantificada por la Junta de Andalucía) de los más de 70.000 alumnos de Educación Infantil de segundo ciclo y Primaria que esta semana han vuelto al colegio van a tener que afrontar el curso en auténticas cajas de hojalata porque, un año más, el gobierno andaluz no ha cumplido con sus obligaciones.
Después de tres décadas de gestión, la región imparable, la de la segunda modernización que nos prometieron los socialistas, sigue teniendo a estudiantes y profesores encerrados en casetas de obra prefabricadas. Ya lo anunció la presidenta Susana Díaz el pasado mes de marzo en una entrevista en LA VOZ: “Dije que Almería sería una prioridad para mí y eso es lo que he hecho”. Y no mentía, un curso más, nuestra provincia vuelve a liderar el ‘ranking’ andaluz de módulos prefabricados, con 70, seis más que el curso anterior. En algo somos los primeros para la Junta. Níjar, Cuevas del Almanzora, Roquetas…, como setas, los barracones ‘provisionales’ se reproducen cada año por toda la geografía provincial, también en la capital, donde es especialmente hiriente el caso de El Toyo. Con un terreno cedido por el Ayuntamiento desde 2010, licencia para construir desde hace un año y tres delegados de Educación, el Partido Socialista y la Junta de Andalucía siguen demorando la construcción de un instituto donde, a pocos metros, están construyendo ¡¡una Escuela de Golf!! que nadie ha pedido. Supongo que es lo que se llama ‘recortes selectivos’.
Los vecinos ya han anunciado que van a seguir reivindicando unas instalaciones dignas para sus hijos y profesores. Y desde el Ayuntamiento vamos a estar con ellos, con mociones plenarias e iniciativas parlamentarias, a través del grupo popular, para que su lucha no caiga en el olvido, que es lo que le gustaría a la presidenta que lleva a Almería en el corazón…, pero no en el bolsillo.