Quizás porque la coherencia sea una difícil mezcla entre autoestima e inteligencia nos resulte tan frecuente su ausencia. Qué fácil es detectar la incoherencia en los demás y qué insólito asumirla en el capítulo de nuestras faltas. También sé que es más sencillo hablar que actuar; impostarse que arriesgarse y que es más cómodo aparentar que actuar. Al fin y al cabo somos imperfectos y fungibles.
Por todo ello, quiero compartir con todos ustedes mi expectación ante la coherente traslación que todos estos nuevos aires de posibilismo “Viva la Gente” que estamos viendo en el Ayuntamiento de Almería puedan tener en otros foros relevantes como, por ejemplo, el Parlamento Andaluz.
Si en el Ayuntamiento de Almería hemos visto al portavoz de Ciudadanos, Miguel Cazorla, abanderar el paso al frente que el Consistorio va a dar para adelantar a la Junta de Andalucía el dinero de las obras de la Casa del Mar (proyecto competencia autonómica que espera desde hace años) sería muy interesante ver si la parlamentaria almeriense de este partido, Marta Bosquet, va a presionar en este sentido para que su jefe de filas, Juan Marín, exija –digo bien, exija- a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, una partida presupuestaria para afrontar el proyecto de la Casa del Mar de Almería y que de ese modo el dinero de todos los almerienses que el Ayuntamiento va a tener que anticipar vuelva a las arcas municipales.
Sí, ya sé que el hecho de que la Junta anuncie tal o cual partida es un gesto carente de de todo valor, como ya han acreditado sobradamente los gobiernos de Sevilla encadenando incumplimientos con Almería durante tres décadas, pero al menos sería un ejemplo de coherencia. Lo que vale en la Plaza Vieja debe valer también en el viejo Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento Andaluz.
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