Buenas noticias para la izquierda

Aún es pronto para juzgar a la izquierda en el gobierno de los ayuntamientos. Sin embargo la última consulta a la ciudadanía arroja datos convincentes. Las dos alcaldesas, la de Madrid y Barcelona, aprueban con nota a pesar de moverse entre gobernanzas complejas y ante una oposición arriscada no fácil de domeñar. Dígase lo que se diga existe una diferencia grande entre un político de izquierdas y otro de derechas Manuela Carmena, por ejemplo, se ha propuesto como principal objetivo de su gestión impedir desahucios, dar de comer a los excluídos  y buscarles vivienda a los sin techo para lo cual ha buscado el dialogo con los empresarios. 
Y ello sin alharacas, sin demasiados coches oficiales y sin estar todos los días en televisión pregonando lo buena gente que es.  Le han criticado incluso sus vacaciones. Como si el dinero que ha ganado durante tantos años en el ejercicio de su profesión fuera  fruto de meter la mano en la caja.También le han hecho compañera de viaje de los más encendidos  revolucionrios, ya sea vía Unión Soviética o Venezuela con Chávez o Maduro. Esperanza Aguirre , que no pasa de un clamoroso suspenso en  la apreciación de los madrileños, no ha podido de momento parar a Carmena a pesar del tiempo que lleva la del PP trajinándose pactos y coaliciones contra natura. 
Por lo que hace a la Colau en Barcelona ya pueden imaginar lo que cuesta gobernar en el mismo corazón del avispero secesionista. Cuando pensamos que todavía Artur Mas puede ser presidente d e la Generalidat con el voto de anticapitalistas furibundos y demás radicales extremos, quizá nos demos cuenta de lo que cuesta entender  el caso catalán. Sin embargo Ada Colau ha sacado la mejor nota. Le sostiene una población sin traumas nacionalistas. Algo semejante ocurre en Valencia después de pasar por allí el tornado de la derecha. La encuesta de la que estamos hablando señala también al PSOE como ganador en Madrid. Lo cual nada tiene de extraño después de  conocer los datos que ofrece Cáritas sobre  la situación española.
Por fin se ha convencido Rajoy de que la economía no son solo primas de riesgo y tantos por ciento. Hay que echarle un poco de alma a la difícil recuperación.