Existe una gran diferencia entre predicar y dar trigo, hay que reconocerlo. Ocurre algo parecido entre estar en la oposición y gobernar. La alcaldesa de Níjar, doña Esperanza Pérez, que tan buenos días protagonizó como portavoz de la oposición en la Diputación, nos ofrece algunas perlas dignas de pasar a la historia política de nuestra provincia. Resulta que las aulas “prefabricadas” que hay en su municipio, para algunos vulgos “barracones”, son “aulas industrializadas”. En Níjar no hay aulas “prefabricadas”, son “industrializadas”, según la alcaldesa. Me encanta esta forma de negar, esconder o tergiversar la puñetera realidad del entorno en el que se mueve la educación de los jóvenes almerienses. No se limitó doña Esperanza a las “industrializadas” aulas, para algunos tristes y fríos barracones, dando un paso más hacia no sabemos dónde, dijo aquello de que hay que eliminar las aulas “industrializadas o prefabricadas” (vulgos barracones) con “coherencia”. Me lo explica, perdón, se lo explica usted a los vecinos de Níjar y resto de mortales lo de eliminar con “coherencia” las aulas donde dan clase los niños y las niñas de su municipio. ¿Qué ha querido decir usted con lo de derribar con “coherencia”? Algunos estamos en un sin vivir como Santa Teresa. De seguir el “coherente” argumento de doña Esperanza hay que eliminar las aguas residuales con “coherencia”, eliminar los mosquitos con “coherencia”, quitar las suciedades de nuestras playas con “coherencia”, limpiar las calles con “coherencia”, no pagar nuestros impuestos con “coherencia”, tirar el Algarrobico con “coherencia”, eliminar los residuos agrícolas con “coherencia”. Podríamos ofrecer a los lectores. ¿Y pagar a los políticos? Hombre, eso no. A los políticos hay que pagarles con “incoherencia”, es la única forma y manera de que puedan cobrar sus buenos y suculentos sueldos cada mensualidad. Y la construcción de segundo campo de Golf en El Toyo cómo la estamos haciendo ¿con “coherencia o incoherencia”? ¿Es “coherente o incoherente” que se ponga una primera piedra de un hospital y haya pasado más de un lustro sin que llegue la segunda? Pues ya lo saben ustedes. Hay que eliminar los “barracones o aulas industrializadas, no prefabricadas” donde estudian nuestros hijos, pero eso sí, hay que hacerlo con “coherencia”. País.
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