Alcazaba de luz y embrujo andaluz

Poco antes de aquella inolvidable lección de precisión técnica que fue la retransmisión de las campanadas de Fin de Año desde Almería, la radiotelevisión pública andaluza llevó a los hogares de medio mundo el mensaje institucional que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, había grabado días atrás en la Alcazaba. Allí, en un entorno histórico bellamente iluminado, la máxima responsable del gobierno andaluz nos dejó, como aperitivo de las uvas, un racimo de jugosas manifestaciones de las que casi un año después, entresaco ésta: “Sé que no es tiempo ya ni de promesas ni de pactos –dijo mirando a cámara con ojos de reina mora- sino de hechos.” Y es una pena que se hable más de la chufla de las uvas que de estos luceritos desprendidos del cielo que son los compromisos de doña Susana. Recuerdo este anuncio ahora que se ha podido comprobar que los Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2016 contemplan una partida de 711.000 euros para mejorar los sistemas eléctricos de la Alcazaba. Y no se trata ya de si es poco o mucho, o de si doña Susana lleva Almería en el corazón, o en la Alcazaba de luz y embrujo andaluz. Lo llamativo de esta cifra es que no es nueva. Aparece ya ¡por tercera vez! en las cuentas/cuentos de la Junta. El portal Noticias de Almería destaca que esos 711.000 € ya aparecían en los Presupuestos de 2014 y en los de 2015, con el agravante de que no existen rastros de movimientos de este dinero en el área de Contratación. Ni que decir tiene que esta actuación ha sido considerada siempre como “prioritaria” por el gobierno con sede en Sevilla. Es decir, que hay que ser muy mala persona para poner en seria duda a la actual consejera de Cultura, Rosa Aguilar, cuando dice que será en 2016 cuando se haga la inversión en unas instalaciones eléctricas que ya eran “prioritarias” hace dos años. Ni promesas, ni pactos. Hechos.