Otro año sin Feria del Libro

"La cultura que aquieta al pueblo no es una amenaza sino una oportunidad. Y se trata de dar vida a la ciudad. Necesitamos esa cultura, y por eso estamos en nuestro derecho

Raúl Quinto
14:29 • 03 nov. 2015

Este año Almería no va a tener Feria del Libro, tal y como ya ocurrió en 2013. Y eso es una mala noticia, que además cuenta con el agravante de la reincidencia. El Ayuntamiento se escuda en un acuerdo con el Gremio de Libreros para trasladar el evento por antonomasia de los libros al próximo mes de mayo. Casi 500 días entre Feria y Feria son demasiados. Vaya por delante que no es malo que nuestros gobernantes se entiendan con los comerciantes del libro y consensúen fechas y formatos, el problema inmediato reside en que se le hurta a la ciudadanía la Feria de este año, y el problema de fondo es que este tipo de decisiones demuestran que para ellos la cultura, así con todas sus letras e implicaciones, es algo accesorio y prescindible, que siemprela entienden como la víctima propicia para usar la tijera, la brocha gorda o el olvido. La Feria del Libro no sólo ha de ser un buen escaparate para que los libreros vendan bien. Resulta que también existe el derecho a la cultura, y la Feria  debe ser uno de los motores que mueva esa maquinaria cada año. Ha de ser, porque ese es uno de los fundamentos de la cultura, algo que genere una identidad propia como ciudad, o una marca, por decirlo en un lenguaje que puedan entender allí arriba. En ese sentido muchos recordamos la etapa de LILEC, y el sello de modernidad que Ana Santos le regaló a la ciudad. Pasamos de eso a dos ferias en cuatro años.  Ahora toca crear algo que aúne el negocio de libreros y editoriales grandes y pequeñas con la agitación cultural y la consideración del libro como algo vivo que genera una vida más digna, una ciudad mejor.


La cultura es un bien necesario, pero no entendida sólo como una oportunidad mercantil o un aparato de propaganda espectacular en forma de grandes y costosos eventos, que es como parece entenderla prioritariamente los viejos partidos y gobernantes de la provincia. No es eso. No basta con una noche en blanco o en negro donde los comercios abran y las calles se llenen de gente, se trata de que la gente llene esas calles de contenidos culturales. No basta con los grandes nombres de los carteles si no se apoya a los almerienses que tienen mucho que decir para que Almería crezca, no se trata, lógicamente, de asfixiar con ataques o indiferencia todas aquellas manifestaciones que no se puedan controlar desde el poder. La cultura que aquieta al pueblo no es una amenaza sino una oportunidad. Y se trata de dar vida a la ciudad. Necesitamos esa cultura, y por eso estamos en nuestro derecho a exigirla.  La Feria del Libro ha de ser para la gente y este año nos la han vuelto a robar. 







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