El candidato David Bravo

Emilio Ruiz
01:00 • 22 nov. 2015

El Boletín Oficial del Estado ha publicado este miércoles las candidaturas a las elecciones del 20-D. A Almería le corresponden seis diputados. Ahora el PP tiene cuatro y el PSOE, dos. No hace falta ser un experto en estudios demoscópicos para asegurar que, salvo hecatombe, se puede dar por hecho que tienen plaza asegurada en la cámara baja Sonia Ferrer Tesoro y Juan Jiménez Tortosa, del Partido Socialista, y Rafael Hernando y Juan José Matarí, del Partido Popular. Para los otros dos escaños hay cuatro candidatos con opciones: Isabel Arévalo (PSOE), Eloísa Cabrera (PP), Diego Clemente (C’s) y David Bravo (Podemos). No creo que pase por la imaginación del PP la posibilidad de conservar los cuatro diputados que tiene ahora. Si en estas elecciones se repitieran los resultados de las autonómicas el reparto sería de tres escaños para el PP y tres para el PSOE. Pero, como se sabe, la orientación del voto almeriense en unas elecciones generales suele ser distinta del de unas elecciones autonómicas.
Esta campaña se presenta bastante animada. Los dos escaños en disputa requieren de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos  un considerable esfuerzo si quieren recoger cosecha. Ciudadanos parte con ventaja sobre Podemos por el extraño movimiento que ha realizado la formación de Pablo Iglesias para configurar su candidatura. La elección de su número uno disminuye bastante la esperanza de conseguir un escaño. Y no, como se ha dicho, porque David Bravo sea sevillano, si bien es verdad que siempre le arrastra a uno la curiosidad de saber cómo hubieran reaccionado en Sevilla en un supuesto inverso, es decir, que les mandáramos un paracaidista almeriense. Tal vez no reaccionarían de ninguna manera porque el supuesto es, sencillamente, imposible.
El problema de la elección de David Bravo tiene al menos dos vertientes. Una, que es una persona que no tiene ni la más remota idea de la realidad de Almería. No la conoce ni como turista. Y dos, que el mismo David Bravo ha manifestado que su escaño no es para representar los intereses de Almería, sino para defender asuntos relacionados con la Propiedad Intelectual y el software libre. Vaya, no somos capaces de arreglar Almería y queremos, desde aquí, arreglar el mundo. “Mi caso es especial –ha dicho el interesado- porque lo que vengo a aportar son cuestiones sectoriales que no tienen raíces en lo local sino que afectan al conjunto del Estado”.
Por si no fuera suficiente, la explicación dada por Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos en Andalucía, es casi humorística: “Vive cerca”, dice. Pues sí, será si no viene en tren.


 







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