Reinventarse

Francisco Muro de Iscar
22:39 • 03 ene. 2016

A mí que soy del Madrid no me cuesta reconocer que Messi es un fuera de serie o que Simeone es un sabio del fútbol. Hasta Victoria Camps o Adela Cortina suscribirían lo que ha dicho el entrenador del Atlético de Madrid: "lo más difícil en la vida es reinventarse". Debería dar una clase a los políticos de todos los partidos, incluso a los emergentes, que hacen todo lo posible para impedir que nadie reinvente nada. Sobre todo si se refiere al escenario, al terreno de juego, en el que ellos son los entrenadores, colocan a los jugadores y hasta eligen a los árbitros para que no les incordien demasiado. Los tres poderes bajo el férreo control de unos pocos.


   Los argentinos, que se lo digan a Valdano, son especialistas en manejar palabras y convertirlas en filosofía, como si no estuvieran hablando de un juego en el que lo que importa es que la pelota entre en la portería aunque sea con la nariz o con la mano. De eso depende que un buen entrenador sea despedido o alcance la gloria. Otros dicen simplezas o, como Mourinho usan las palabras para molestar. Yo prefiero a los que, además de marcar un estilo y manejar al equipo con armonía, utilizan las palabras después de haber pensado. No se trata de ser originales ni de decir grandes frases, pero detrás de las palabras de quienes tienen vida pública debe haber algo más: ideas, reflexiones, una forma de ver la vida.


   Dice Simeone que uno de sus jugadores permite al equipo "tener vértigo sin perder orden", que "el esfuerzo no empeora el talento", y que "jugar en el medio es muy difícil", tres frases más para las antologías. Y para los políticos. Cuando uno asiste al espectáculo que siguen dando los partidos estos días, poniendo los intereses particulares por encima de los del equipo-España; cuando ve que se mueven en el vértigo, sin orden; cuando comprueba que nadie quiere jugar en el medio porque, efectivamente, es lo más difícil; y cuando comprende que no hay ni esfuerzo ni talento para reinventarse y recuperar la credibilidad y la confianza de los ciudadanos, llega a la conclusión de que hay más mediocridad en la política que en el fútbol. Y menos talento y menos esfuerzo.




   Termina el año con fútbol y con luchas intestinas y suicidas en la política. El gran éxito del Barça es que, por encima de sus grandes figuras, hay una idea de equipo. El éxito del Atlético de Madrid es que, con figuras menos relevantes, hay un entrenador con ideas. El fracaso de la política es que no se discute de ideas, de programas o de equipos sino sobre personas. Rajoy quiere seguir como sea. Lo mismo que Pedro Sánchez. Y Susana Diaz quiere, pero teme perder Andalucía y no conquistar España. Pablo Iglesias solo sueña con ser presidente. Y todos quieren quitar a Rajoy. Pero ninguno es capaz de reinventarse. Como dice Simeone "si en la vida eres noble, en el trabajo eres noble; si quieres sacar ventaja en la vida, quieres sacar ventaja en el juego; si eres retorcido fuera del vestuario, lo eres dentro".  En la política pasa lo mismo. Pero un día te mandan a segunda y de ahí no sales.






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