Hoy es sábado. Toca un tema almeriense para que no digan que nos olvidamos de los problemas autóctonos. Daría cualquier cosa por irme al campo o al mar a tomar el sol pero aquí me tienen inexorablemente fiel a la cita mediática. Días pasados apareció aquí mismo la noticia de la renuncia de Gabriel Amat a la presidencia del PP en Almería. La noticia merece un comentario. Se dice de él que es el político más poderoso de la región. Comenzó como independiente, luego se unió a Alianza Popular y ahora gobierna Roquetas desde el año 2OO3. La brecha abierta en el partido con Juan Enciso y mas tarde con el cansancio o lo que fuere de Rodríguez Comendador le elevaron a la presidencia de la Diputación de la que no piensa dimitir por el momento. Llama la atención la frase que parece justificar su restirada- Dice que también” tiene derecho a vivir”. ¡Como si no hubiese vivido hasta ahora o como si los ciudadanos tuviésemos la culpa de que el de Albuñol hiciese carrera dentro del PP. La política es libre. A nadie le atan al sillón. Uno se marcha cuando quiere. Entre los aspectos desagradables del poder están sin duda las continuas insinuaciones de cierta prensa que quiere hacer de Amar un personaje de “ Mar de plástico”. Espero que todo se clarifique y que el repetido paso por los juzgados de nuestro alcalde terminen como hasta ahora saliendo siempre indemne de los encuentros con la justicia...De esta manera podrá vivir tranquilamente gozando con sus nietos y con su gran patrimonio.
Otro que también se va, aunque mejor fuera decir que lo trasladan es Javier Arenas. DE momento renuncia a ser parlamentario andaluz y se marcha al Senado de la nación, ultimo bastión confortable de la mayoría absoluta del PP. Todos recordamos el curriculum de este s sevillano encanecido en el beaterio de la política maniobrera. Cuando no tuvo plaza en Sevilla como candidato se vino a Almería. Esta provincia ejerce para los cuneros una atracción especial , entre el negocio fácil y la buena vida, Deberíamos llamarla Nuestra Señora de los Desamparados en las urnas. Aquí el actual vicesecretario de Política Territorial del PP se reencontró a si mismo al amparo gastronómico de su amigo Amat. Lo que no se comprende es que siendo un político perdedor de cuatro o cinco elecciones, todavía sigue ahí en el machito viviendo de la política como un Virrey. ¡ La de cosas que hay que ver!.
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