El año Carlos Cano

“Era una persona excepcional; era un hombre tierno y preocupado por todos los seres; un hombre de una gran ética tanto en lo personal como en lo profesional, comprometido con todas las causas justas, defendiendo así los derechos de los trabajadores e implicándose y apoyando la lucha jornalera o contra la intolerancia y el racismo”. Este el hermoso retrato del recuerdo que de Carlos Cano tiene su mujer, Alicia Sánchez, presidenta de honor de la Asociación Memoria Carlos Cano, de la que es presidenta ejecutiva Amaranta Cano, una de sus hijas. Ambas, junto a la productora que fundara el cantautor andaluz, impulsan el Año Carlos Cano, dado que el próximo día 28  cumple 70 años. Un aniversario que cuenta con un magno concierto, en marzo, como punto de partida y en el que se podrá disfrutar con la imagen y la voz del homenajeado junto a otras muchas voces de la primera fila del panorama musical. Este es solo el aperitivo de una serie de actividades y actuaciones que condensadas al menos en un año mantengan viva la memoria de Carlos Cano porque la obra de un andaluz tan universal, en lo personal y en lo artístico, no puede quedar en el olvido. Pero, salvo el entorno más cercano, un amplio ramillete de artistas e intelectuales, y, por supuesto, el pueblo que Carlos tanto defendió, poco o nada parece importar a las instituciones andaluzas la responsabilidad y obligación que tienen de mantener vivo  su legado y obra. Al menos hasta ahora, que se sepa, ningún representante de las instituciones andaluzas ha mostrado el obligado interés por promover, ayudar y colaborar a que el legado de Carlos Cano siga vivo y su obra y su pensamiento puedan ser transmitidos a las nuevas generaciones. A lo mejor aún no se han enterado de que Carlos Cano luchó porque Andalucía tuviera trabajo, tierra, cultura, medicina, educación y libertad. A lo mejor dentro de una década se acuerdan de que 2016 es y debe ser el Año Carlos Cano.