En el mes de enero ya sabemos por experiencia que el comportamiento del empleo no es precisamente para estar contentos. Tampoco lo ha sido el de este enero de 2016.
Cierto que el aumento del paro ha sido menor que en otros meses de enero, pero aún así más de 57.000 desempleados se antoja un jarro de agua fría. Pero sobre todo lo que ha caído como una bomba son los más de 200.000 afiliados menos a la Seguridad Social.
Se puede hacer la lectura de los datos desestacionalizados, pero no nos sirve de consuelo. Es lógico que tras la campaña de Navidad y las rebajas muchos puestos de trabajo se den de baja. En todo caso, haremos la lectura interanual de los datos y aún la creación de empleo sigue dando más alegrías que tristezas. Lo importante tiene que venir en los próximos meses y aquí las dudas se acrecientan. No se están tomando medidas, ni se están haciendo reformas y esto lógicamente afectará al empleo, porque ya está afectando a la inversión y a la puesta en marcha de nuevos proyectos.
La incertidumbre política que está creando la dificultad de formar un gobierno o la posibilidad de que haya que repetir las elecciones frena proyectos y genera desconfianza y temor.
Es verdad que hay un Presupuesto del Estado en vigor y que la inercia positiva de la economía se mantiene. La cuestión es por cuánto tiempo. Y lo que es peor, qué gobierno nos espera si éste llega a formarse.
Ahora mismo un gobierno de izquierda radical sería letal para el mantenimiento de la confianza, el crecimiento de la economía, la inversión y el empleo.
De hecho, hay que realizar algunos ajustes para que el déficit público no se desboque (cosa que ha pasado ya en CCAA y ayuntamientos gobernados por Podemos) y la línea de ese hipotético gobierno es precisamente lo contrario: aumentar el gasto público. Veremos lo que ocurre en estos próximos días y cuál de las opciones que están encima de la mesa se abre camino.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/99607/la-afiliacion-da-un-susto-en-enero