Pastafaris, jedis y otras hierbas

Antonio Jesús García ‘Che’
23:43 • 03 feb. 2016

Los nuevos movimientos religiosos son comunidades éticas, espirituales o religiosas, que ocupan cada vez un mayor espacio, en lo que podíamos denominar como periferia de las culturas religiosas dominantes. Teniendo además sumo cuidado en no utilizar la palabra secta por sus connotaciones despectivas, estos movimientos pueden ser nuevos en origen, o pertenecer a una religión más amplia.
De entre los primeros no faltan quienes lo hacen con un carácter paródico y con el fin de promover la tolerancia. Como el Pastafarismo o Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador, surgida en Estados Unidos como movimiento social o protesta en contra del creacionismo promovido por grupos fundamentalistas cristianos. Ideado por el licenciado en física Bobby Henderson, el pastifarismo, un remedo de la teoría del diseño inteligente, basa su fe en una deidad creadora sobrenatural, similar a una bola de espagueti con albondiguillas.
Con el concurso de los medios de comunicación la parodia rápidamente alcanzó cierta popularidad, convirtiéndose el Monstruo del Espagueti Volador en símbolo de la lucha contra la enseñanza del diseño inteligente en los colegios públicos. Extendiéndose al resto del mundo gracias a internet y a las redes sociales.
Los pastafaris gustan de tocar su cabeza con un colador para pasta en las fotos oficiales, lo que les ha supuesto más de un problema burocrático, aunque en Australia y en Estados Unidos algunos de sus seguidores han conseguido exhibir un colador, alegando motivos religiosos,  en la foto de un carné oficial.
Caso similar es el Jediismo, movimiento religioso inspirado en la saga de Star Wars de George Lucas. Solo en el Reino Unido, 46.000 personas, el 0,4% de la población declaró que su religión era la Jedi en el censo de 2001, lo que la situaría en la cuarta religión con más seguidores de todo el país.
Ya se sabe que la diferencia entre religión y secta puede estribar en el número de correligionarios que la profesen.
Mientras los seguidores del Jediismo presionan a los gobiernos para que se le reconozcan, la Cámara de Comercio holandesa ha reconocido de forma oficial el pastifarismo y en Nueva Zelanda los seguidores del Monstruo del Espagueti Volador ya pueden casarse.
Realmente resulta asombroso que haya personas dispuestas a confiar en unas creencias tan disparatadas como estas, casi tan disparatadas como la del palomo embarazador de vírgenes adolescentes.
Por mi parte y desde este mismo instante, estoy dispuesto a plantear seriamente una escisión o cisma en el seno de la iglesia del Monstruo del Espagueti Volador en favor de los espaguetis con gambas y almejas frente a los de albóndigas con tomate.







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