Menos impuestos

Siempre he huido de polémicas, más si éstas no conducen a nada. Por desgracia, en ocasiones, son más rápidas que nosotros y nos alcanzan, convirtiendo una buena noticia en el epicentro de un terremoto mediático con sus réplicas incluidas. Esta semana, la petición de la rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) ha generado no pocas turbulencias en el panorama político municipal, fundamentalmente por el intento de la oposición, infantil a mi juicio, de querer, como se dice coloquialmente, apuntarse un tanto sobre un tema al que ya se comprometió el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, durante su discurso de investidura, el pasado 28 de noviembre. 
Entonces, anunció “bajadas de impuestos destinadas a devolver el esfuerzo” que habían tenido que hacer los almerienses a consecuencia de la crisis económica. Y ese descenso impositivo se materializaría en iniciativas como reclamar a la Dirección General del Catastro la disminución de los valores catastrales que afectan al IBI, Plusvalías, Declaración de la Renta, Sucesiones y donaciones, etc… Y eso es lo que hemos hecho, solicitar, siguiendo las indicaciones del Catastro como medida más rápida y eficaz, la aplicación a los valores catastrales de los bienes inmuebles urbanos de los coeficientes que para su decremento establezca al efecto la Ley de Presupuestos del Estado para 2017, algo a lo que el Ayuntamiento de Almería ya se acogió en 2014 y que supuso una reducción efectiva del 27 % de los valores catastrales. 
Pero lo que es una buena noticia para los almerienses no debe serlo para la oposición, que ha intentado desnaturalizarla embarrando el campo, como dirían los futboleros. Podemos perder el tiempo discutiendo si son galgos o podencos, pero la realidad es tozuda y el IBI y otros impuestos van a bajar gracias a un alcalde del PP, que es lo que les duele, especialmente a los socialistas. Como ha dicho Ramón Fernández-Pacheco, “donde mejor puede estar el dinero es en el bolsillo de los ciudadanos”. Otros no piensan lo mismo y así les va.