Regantes del Andarax piden 2,5 millones de m3 de agua desalada

La Comunidad General de Usuarios de las Aguas Depuradas de la EDAR de Almería (Cgual) ha solicitado a la Junta de Andalucía una autorización para la utilización de las aguas procedentes de la planta desaladora de Almería, que actualmente se está tramitando.

La solicitud fue presentada ante la Delegación de la Consejería de Agricultura, ganadería, Pesca y Desarrollo Rural el pasado mes de abril y se pedía el aprovechamiento de un volumen de dos millones y medio de metros cúbicos de agua desalada con un caudal máximo instantáneo de 79,27 litros por segundo.

3.200 hectáreas
En principio esas aguas tendrán como destino las superficies de cultivo de ocho municipios situados en la zona baja de la Vega del Andarax, los de Almería, Benahadux, Gádor, Huércal de Almería, Pechina, Rioja, Santa Fe de Mondújar y Viator. En total 3.189 hectáreas, la mayor parte de ellas de cultivos de invernadero.

Esa superficie dispone en la actualidad de los 12,89 hectómetros cúbicos de aguas residuales depuradas y tratadas procedentes de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Almería, pero la Cgual considera que no es lo suficiente para atender con total garantía toda la demanda.

Seguridad de riegos
El presidente de la Comunidad General de Usuarios, José Antonio Pérez, explica que con las dotaciones actuales la disposición alcanza para suministrar en torno a los 4.000 metros cúbicos de agua por hectárea, que está en el límite del consumo estimado para este tipo de cultivos en intensivo. “Disponer de esos 2,5 millones de metros cúbicos de aguas desaladas permitiría completar las necesidades y disponer de la seguridad de poder abastecer al completo toda la demanda existente”.

Cantidad y calidad
Pero en la argumentación de su petición de autorización hay además otras razones, en este caso relacionadas con cuestiones cualitativas. Pérez sostiene que no sólo sería importante por la cantidad del recurso, “sino para atender una demanda de agua más dulce, de mayor calidad, que está creciendo en estas últimas campañas”.

Una demanda que en gran medida está siendo generada por la incorporación de nuevas variedades de los tomates que se cultivan en la Vega de Almería, y por la de cultivos de otras hortalizas más sensibles con la calidad la dureza del agua, como es el calabacín.

Según el presidente de la Comunidad General de Usuarios de las Aguas Depuradas de la EDAR de Almería, “disponer de ese agua, que admite la mezcla con las que ya se reciben de la estación depuradora, supondría una mejora tanto de la productividad como de la calidad de los productos”.