Rastrean por primera vez la propagación de plásticos en la labranza agrícola

Un equipo internacional compuesto por investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba (IAS-CSIC), la Universidad de Córdoba, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) y la Universidad de Augsburg (Alemania), ha desarrollado una técnica innovadora para rastrear cómo los plásticos agrícolas se fragmentan y distribuyen durante la labranza. Este estudio, pionero a nivel mundial, combina etiquetas de radiofrecuencia (RFID) y óxido de cobre como marcadores para medir la profundidad y el desplazamiento de los plásticos en el suelo.

El impacto de los plásticos en el suelo agrícola
Materiales como las lonas acolchadas, usadas en agricultura para mantener la humedad del suelo o controlar las malas hierbas, tienden a fragmentarse durante el arado. Estos fragmentos, al enterrarse, pueden afectar negativamente al crecimiento de las raíces, la actividad de los microorganismos del suelo y las reservas de agua subterránea, advierte el investigador Ahsan Maqbool, del IAS-CSIC.

Los macroplásticos, al romperse en microplásticos más pequeños, presentan un riesgo ambiental significativo, ya que son más difíciles de localizar y eliminar.

Cómo funciona la técnica de rastreo
Los investigadores utilizaron etiquetas RFID para rastrear los fragmentos plásticos en parcelas experimentales del IAS-CSIC. Enterraron fragmentos de diferentes tamaños a diversas profundidades y simularon dos tipos de labranza:

Labranza con disco de inversión: voltea y entierra el suelo.

Labranza con cincel: afloja el suelo sin invertirlo.

Pasaron el arado tres veces sobre la parcela y rastrearon los fragmentos plásticos con tecnología de radiofrecuencia y marcadores magnéticos de óxido de hierro. Los resultados mostraron que el desplazamiento de los plásticos sigue patrones similares a la erosión del suelo, con una redistribución constante a lo largo del terreno.

Recomendaciones
El equipo concluye que las etiquetas RFID son una herramienta eficaz para rastrear la distribución de macroplásticos durante la labranza. Además, recomiendan reducir la frecuencia del arado en suelos con alta presencia de plásticos para mitigar sus efectos negativos en el suelo, las plantas y los organismos subterráneos.