La calle “tercermundista” de Joaquín Vázquez y sus aledañas

Desde los años 70 ha sido una referencia al ser uno de los accesos a la playa de la capital, con un tránsito de viandantes que llenan de vida sus aceras a diario. Los vecinos vivieron el esplendor comercial de esta vía que ha dado cobijo a cuatro negocios de hostelería, una carnicería, una pescadería, un videoclub, una farmacia, una clínica veterinaria, varias tiendas de alimentación y algunos otros locales. Pero el paso del tiempo y la dejadez fueron cerrando las persianas de los comercios, estropeando unas fachadas llenas de cables y ocultando la solera de este vecindario de la manzana de San Miguel que ahora une fuerzas para recuperar la dignidad de su calle.

Ocho presidentes de distintas comunidades vecinales han decidido alzar la voz desde Joaquín Vázquez, calle en la que viven cerca de 250 familias y que "debería ser una prioridad para el Ayuntamiento de Almería, porque es una calle que baja al Paseo Marítimo, zona de paso de turistas, por la que pasan muchos estudiantes Erasmus, de diferentes países, que se quedan con una mala imagen del barrio", asegura Carmen, una vecina que lleva 44 años viviendo en esta vía, que une Avenida Cabo de Gata con el Paseo Marítimo, que considera que "está en un estado de abandono".     

"Duele mucho ver esa madeja de cables ahí colgados, que impide que se puedan pintar bien los edificios. El asfalto tiene numerosos huecos, en los que se quedan cascotes, y tampoco se ven ya barrenderos por aquí. No es normal que veas el mismo papel en el suelo durante varios días o que se acumulen las hojas durante un mes", detalla esta vecina que admite que "para quienes hemos conocido la calle como era antes y la vemos ahora así, nos duele mucho, sinceramente". Otro claro ejemplo que destacan es que "no hay ninguna papelera".

Desgraciadamente, no es la única vía de esta parte de la ciudad en la que los signos de dejadez y deterioro son evidentes. Desde calle San Miguel hasta calle Cruz de Robles, todas manzanas que pegan al Paseo Marítimo a lo largo de toda la barriada de El Zapillo, se pueden ver aceras y asfalto en mal estado; la limpieza brilla por su ausencia; el cableado descolgado por las fachadas casi roza las cabezas de los viandantes en algunos lugares como en las calles Jerez y Poeta Durbán... Una imagen que choca con una ubicación privilegiada, que debería ser una mimada carta de presentación para turistas que busquen la playa de la ciudad y por el bienestar de los propios vecinos de estas calles en las que lo único que cada vez toma más valor es el precio de los alquileres.