Trabajar de una forma global y con todos los agentes sociales del barrio de Pescadería es la fórmula elegida por el Ayuntamiento de Almería para tratar de poner fin a los apedreamientos de autobuses que han ocurrido en las últimas fechas en el barrio.
Así lo anunciaba en los micrófonos de la Cadena SER la concejal de Movilidad y Movimiento Vecinal, Rafaela Abad, quien tras haber mantenido una reunión entre policía, Surbús y los propios representantes municipales, se ha abogado por establecer un plan de trabajo para trabajar desde la base el problema existente. Además, el próximo jueves se realizará un nuevo encuentro en el que la intención, según Abad, “para poner sobre la mesa diferentes iniciativas”.
Explicaba la concejal de Movilidad y Movimiento Vecinal que “desde el viernes la policía está realizando el seguimiento al autobús” de forma que se trata de garantizar la seguridad.
Además, tiene prevista la realización de “una reunión con Servicios Sociales para tratar de realizar intervenciones en la Escuela de Verano del barrio, en la Escuela de Padres y con las asociaciones de padres y madres de los centros educativos” y es que la apuesta que realiza el Consistorio contempla “hacer una concienciación a fondo de los muchachos”.
Vecinos
Dentro de los diferentes grupos de apoyo con los que quiere trabajar la concejal, también considera muy importante el movimiento vecinal. Para ello, ha quedado ya con las diferentes asociaciones que trabajan en el barrio para buscar también su colaboración.
Cabe recordar que desde la empresa concesionaria del servicio de transporte público urbano, Surbús, ya tienen previsto iniciar el proceso de colocación de cámaras de vigilancia tanto en el interior como en el exterior de cada uno de los autobuses. La intención es garantizar la seguridad tanto de los trabajadores como de los viajeros con las cámaras que se instalarán dentro de los vehículos, y en el caso de las externas, la apuesta pasa por poder controlar problemas de tráfico, e incluso posibles accidentes que puedan suceder.
El pasado miércoles día 6 de julio a mediodía uno de los autobuses que cubre la Línea 6 que une El Puche con Pescadería sufría una pedrada a su paso por la Plaza Moscú que ocasionaba la rotura de un cristal y la suspensión de la entrada de estos autobuses en el interior del barrio durante el resto del día.
Para la puesta en marcha del servicio a la jornada siguiente se realizó un incremento de la presencia policial y por tanto de la vigilancia, y se comenzó a hablar de la intención de colocar en los vehículos cámaras.
Los apedreamientos de autobuses no es algo nuevo, de hecho se han producido en varios barrios desde el centro de la ciudad, hasta El Puche, Pescadería o cambiando las piedras por huevos, en la zona de La Cañada en una noche de Halloween. Por tanto es un problema contra el que se trabaja de hace tiempo.
Concienciación
Quizá ante la sensación de que medidas coercitivas o de suspensión del servicio no dan resultados, ya que continúan los apedreamientos de vehículos, la apuesta ahora pasa por hacer una mayor labor de concienciación de los peligros que pueden conllevar en caso de herir a los viajeros, y más aún si es al conductor.
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