El Acebuche se reivindica como “un espacio de formación para la vida libre”

El centro penitenciario El Acebuche cumple 30 años revitalizado por el impulso de nuevos proyectos. La remodelación del área de comunicaciones, la construcción de un algibe, la mejora de la seguridad perimetral y, especialmente, la esperada apertura de los cuatro nuevos módulos y el centro de inserción social (ya construidos) generan grandes expectativas para el futuro.

En este clima de optimismo, El Acebuche aprovechó ayer los actos conmemorativos del día de La Merced  para felicitarse por sus tres décadas de trayectoria y para realizar una apasionada defensa de la cárcel como “un espacio de formación para la vida libre”, en palabras de su director.

Miguel Ángel de la Cruz destacó la labor de los funcionarios de prisiones, “a veces ingrata, pero con la satisfacción de desarrollar una profesión útil para la sociedad”. Además, agradeció la colaboración de entidades y voluntarios en el compromiso con la reeducación de los internos del centro.

El evento, celebrado en un salón de actos también remodelado, contó con la participación de numerosas autoridades policiales, judiciales, militares y políticas. Durante la cita se entregó un reconocimiento por 25 años de servicio al funcionario Lorenzo Parra y se otorgó la Medalla de Bronce al Mérito Penitenciario a los funcionarios Antonio García, Juan Herrera, Enrique Suárez, Manuel Tornero y Juan Ramón Sánchez. Se premia una carrera de dedicación a la institución penitenciario y sus fines sociales.

También hubo una mención honorífica a Roberto Pérez y a Milagros Sánchez. Su intervención fue determinante para socorrer a un compañero afectado por los humos de un incendio provocado por un interno en la prisión. Ambos recibieron un caluroso aplauso.

Asimismo, El Acebuche entregó reconocimientos a instituciones colaboradoras como Torrecárdenas, la Policía Nacional o la empresa Vicasol, y a una docena de profesionales por su participación en proyectos como los trabajos en beneficio de la comunidad, el módulo de respeto (de buen comportamiento) o la enseñanza reglada (Ceper Retamar).
La cárcel de Almería cuenta con más de 300 profesionales y alberga a unos 800 internos.