María José Salazar: Las chicas adoptan muy jóvenes roles de desigualdad

Desde inicio de curso María José Salazar Rumí, almeriense de 43 años, es coordinadora de coeducación en el IES Nicolás Salmerón de la capital. Un encargo que compagina con la labor docente. Es profesora de Lengua y Literatura, una clase que no desaprovecha para hacer notar las desigualdades del lenguaje. Observa, en las aulas y también fuera de ellas, como los adolescentes aceptan, admiten e, incluso, justifican roles diferentes para chicos y chicas. Trata, además de revertir las desigualdades, entender el origen de ese machismo que tan relacionado está con la violencia de género. Considera que hay que trabajar, a diario, por la igualdad.

¿Qué implica ser coordinadora de coeducación?
Implica la organización de diferentes iniciativas dirigidas a fomentar la igualdad entre hombres y mujeres. La idea es que estas iniciativas impliquen a todo el centro educativo y no sólo al alumnado; también al profesorado.

¿Ha observado cambios en este sentido?
Sí. Y a peor.

¿A qué se refiere?
Cada vez, a una edad más temprana, se observan roles de desigualdad adoptados por chicos y chicas. 

¿Qué roles son esos?
Son roles de sometimiento adoptados por chicas. Y son roles que, parece, se estuvieran poniendo de moda. Lo preocupante, además, es que este tipo de desigualdades las ven como algo normal y también justificable.

Ponga algún ejemplo.
Son posturas relacionadas con la forma de vestir, los amigos, ... Me refiero a los casos en los que el chico critica la forma de vestir de su novia, si queda con otros amigos, si habla con otros chicos. En estos casos, observo que las chicas no sólo no detectan estas actitudes como un sometimiento, sino que además dan explicaciones para demostrar que son fieles, que no fallan. No sólo no lo ven mal, sino que justifican esas actitudes. Y esto me parece realmente peligroso. Viven desde muy pronto las desigualdades, las aceptan y justifican. 

Y, ¿por qué considera que ocurre esto?
Trato de averiguar el porqué. El caso es que desde diferentes administraciones, desde el ámbito educativo, el judicial y también desde el policial se trata de poner remedio a este tipo de desigualdad. Yo les pregunto a los jóvenes porque parece claro que algo no funciona.

¿Y qué responden?
Los jóvenes me hablan, por ejemplo, de canciones de rap, que tienen, en su mayoría, un contenido sexual con una clara dominación del hombre sobre la mujer, me hablan de algún tipo de películas en las que se reproducen roles desiguales y también de programas de televisión en los que la violencia de hombres contra mujeres está a la orden del día.

¿Y qué hacemos?
En el centro organizamos actividades y tratamos de abordar el asunto en clase mediante el lenguaje, la literatura, películas o los medios de comunicación. Trabajar la igualdad, concienciar sobre ella debe ser algo progresivo y continuado en el tiempo. Y en eso estamos.