Impiden a una viuda ponerse en una foto porque "solo era para padres"

A Jennifer Martínez le resulta muy difícil no emocionarse hasta el llanto cada vez que habla de su marido, fallecido hace año y medio tras batallar durante un tiempo contra un feroz cáncer de páncreas. Juan Francisco, apasionado del fútbol y forofo del Real Madrid, tenía solo 34 años cuando murió pero le dio tiempo de inculcarle a su hijo, que se llama igual que él, su amor por este deporte.  Ahora es Jennifer quien hace de madre y padre, intentando normalizar todo lo posible una situación que no lo es para que el niño no sufra. 

El pasado 19 de marzo, San José y Día del Padre, el pequeño Juanfran jugaba un partido de fútbol de la categoría de bebés -menos de seis años- en la que participa su equipo, el Club de Fútbol de Pechina. Habían disputado encuentros en Pechina y en Huércal y ese día les tocaba en Gádor. “Cuando llegamos ya nos dijeron que iban a hacer una foto de los niños con los padres, pero no le quise dar importancia”, cuenta Jennifer. Junto a los niños estaban sus dos entrenadores. Uno de ellos no sabía del caso de la mujer, viuda a los 35 años y con un niño de apenas cinco a su cargo, pero el otro sí. “Conoció incluso a mi marido cuando ya estaba enfermo y llevábamos a mi hijo al fútbol”, explica la mujer. 

El primero de los entrenadores dijo: “Vamos a hacer una foto con los padres. Ni familiares ni nada. Solo los padres de los niños”. La intención, que en principio era buena porque pretendía que las familias tuviesen un recuerdo por el Día del Padre, se tornó en una mala idea, sobre todo por la falta  de empatía que, asegura la familia del pequeño, mostró el representante de la Federación de Fútbol Sala. “Miguel, el entrenador que sí conoce nuestro caso, le contó que yo era viuda y que quería ponerme en la foto porque, por desgracia, el padre del niño ya no está con nosotros. Pero dijo que no”, cuenta Jennifer. “Pensé en entrar a decirle que no me parecía bien. Pero me lo tragué todo porque no quise formar un escándalo. Quería que pasara el día lo más rápido posible y que mi hijo no se enterara de nada. Podía haberme cabreado, echar a llorar, pero me controlé y no permití que aquel hombre me diera el domingo”.  

Al final la foto terminó haciéndose con la presencia de todos los padres que había en el campo. La mujer, que iba acompañada por su familia y los abuelos del niño, decidió que un primo suyo ocupara su lugar en la dichosa instantánea. 

“A día de hoy, esta gente debería entender que hay diferentes tipos de familias. ¿Qué hubiera pasado si en lugar de padre y madre fueran dos madres? ¿Tampoco las hubieran dejado ponerse en la foto?”, se cuestiona la viuda, dolida y también enfadada por la escasa sensibilidad que mostró el representante de la Federación. 

Ninguneada

La mujer explica que, por un rato, barajó incluso decirle a otros padres lo que había pasado para que  no hubiera foto de familia, pero no lo hizo por prudencia y por respeto al resto de la gente que había ido a ver el partido de bebés. A su lado había otra madre que se enfadó cuando supo que a Jenny, como la conocen todos, le habían impedido colocarse en la foto de padres. “A lo mejor debería haberme enfadado, pero no supe reaccionar. Bastante pena es tener que hacer de madre y de padre por una desgracia así como para que, encima, pasen estas cosas”. 

Junto a Jennifer, su hermana y su cuñada, presentes también en el partido, reafirman todo lo que cuenta la joven. “Me sentí ninguneada, pequeña, como si me despreciaran. Soy la representante legal de mi hijo. Iba con la pena de que su padre no le viera jugar al fútbol, en un día como ese, que te meten por los ojos que es el Día del Padre y encima me prohíben ponerme en una foto donde va a salir mi hijo. Tengo clarísimo que no quiero que mi niño salga en ninguna foto más del club ni que haya una sola imagen suya circulando por las redes sociales”, contó ayer a este periódico, indignada todavía por lo sucedido. 

Acto de desagravio 

El subdelegado de la Federación Andaluza de Fútbol en Almería, José Martín Doblado, calificó ayer de “equivocación” y de “gran metedura de pata” la decisión del representante de la Federación de Fútbol Sala. Martín Doblado, que se enteró de lo sucedido por La Voz, aseguró que iba a pedir “disculpas” inmediatas a Jennifer por lo sucedido y que en el próximo encuentro habrá un acto de desagravio por la ofensa del pasado domingo.