El estudio arqueológico elaborado por la Subdelegación de Gobierno y bajo la tutela de la Junta de Andalucía asegura que “no se han producido desmontes del talud” en el que la Asociación Amigos de la Alcazaba ha denunciado daños de una tumba tipo Millares, además de asegurar que de existir dicha tumba, que efectivamente no está como tal, sería de tipo íbera.
Con respecto a las afirmaciones en las que la asociación denunciaba la destrucción de unos 1.000 metros cuadrados del yacimiento, el informe es concluyente: “Debajo de los aportes se conserva en gran medida el sustrato arqueológico. Esto se ve de forma muy evidente en la zona del derrame fuera del dominio público donde la simple limpieza ha puesto de manifiesto la existencia de estructuras de adobe muy interesantes y de gran valor arqueológico que se adosan a un corte antrópico de la lastra o roca, para generar una plataforma. Sobre el talud se conserva compactado”.
Precisamente estas estructuras que han aparecido y que datan los arqueólogos que han realizado el estudio como de época íbera, consideran que en caso de que no se vayan a estudiar y poner en valor, además de custodiarse, lo ideal es “volver a enterrarlos para evitar el expolio” como ya ha pasado con otras zonas del yacimiento.
Y hace una reflexión el arqueólogo al final del documento en el que invita, ante la importancia del yacimiento de El Chuche, sede de la antigua Urci, a que se proceda tanto a una “señalización y conservación más eficaz” así el dar a conocer los resultados existentes de las excavaciones realizadas allí, dando una mayor difusión a este espacio.
“Falta de conocimiento”
Respaldado por este estudio y teniendo en cuenta que la Fiscalía ha admitido a trámite la denuncia presentada por parte de la Asociación Amigos de la Alcazaba en febrero, el subdelegado de Gobierno, Andrés García Lorca, explicaba ayer que “lo normal es que la Fiscalía admita a trámite la denuncia” y que a partir de ahora es cuando se va a investigar el caso y de hecho, el informe arqueológico se adjuntará por parte de la Subdelegación.
Afirmaba rotundo que “es mentira” que se hayan producido daños en el patrimonio y asegura que existe “una falta de conocimiento científico-técnico que resulta elemental” y “una ignorancia supina” en la denuncia de la asociación. Y es que teniendo en cuenta el informe elaborado por los arqueólogos, “es imposible científicamente” que pueda haber una tumba tipo Millares por encima de un sustrato con restos íberos y con una carretera.
Imposibilidad
Así se pregunta: “¿Cómo puede haber sobre un sustrato ibérico una tumba tipo Millares? ¿o sobre un sustrato moderno, de una carretera? Que me lo expliquen”, y cree que hay otros intereses tras la denuncia.
Sea como sea da ya por “zanjado” el tema hasta que sean los tribunales los que “diluciden si decimos la verdad o la mentira”. Un proceso que realmente no ha hecho más que arrancar.
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