Solo habló “en mi nombre” pero sentó cátedra constitucional. El expresidente del Gobierno, Felipe González, empleó ayer alrededor de diez minutos en exponer en el Paraninfo de la Universidad de Almería su visión de la situación política actual en Cataluña y en el resto de España.
Con la experiencia que da el haber estado hace 40 años “en la sala de máquinas” de la Constitución española y 14 años en La Moncloa, González hizo un llamamiento a los actuales gobernantes de la Generalitat de Cataluña para que “por favor, no fracturen la convivencia” en esa comunidad. Hizo esa apelación en pleno desafío independentista tras el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre y en la semana decisiva en la que se va a aplicar de facto, si el presidente catalán, Carles Puigdemont, no lo impide, el artículo 155, que otorga competencias de esa autonomía al Ejecutivo de la Nación.
Ante un auditorio de profesores universitarios y representantes políticos de Almería, ejerciendo de padrino de Joaquín Moya-Angeler como nuevo doctor Honoris Causa de la UAL, Felipe González defendió precisamente la aplicación del 155. “Es tan constitucional - enfatizó - como el 1 o el 2 y, además, es el que tiene que preservar y defender el Estado de las Autonomías”.
Se detuvo entonces para, sin citarles, dirigirse a los gobernantes catalanes y acusarles de haber “pasado por encima de la autonomía”, “saltar por encima de la Constitución” y situarse “ante el vacío”.
Por lo tanto, consideró el ex presidente que no ha sido el Gobierno de Mariano Rajoy el que se ha “cargado” la autonomía catalana, sino aquellos que votaron la Ley del referéndum a principios de septiembre.
Recordando a Tarradellas y los Pactos de La Moncloa de 1977, Felipe González defendió la Carta Magna que salió de esa “sala de máquinas” en la que él estaba, entre otros.
Aunque pueda ser “imperfecta”, es una Constitución garantista y que se puede reformar. Para González, la Constituación española “es la más amplia en derechos y libertades que conozco: de las anteriores, de las coetáneas y de las posteriores. Conozco constituciones impecablemente democráticas que no permiten partidos que lleven en su programa la independencia de una parte de su país o que no permiten partidos que lleven en su aspiración una ideología, la que sea, nazi o comunista”.
En esos 10 minutos de alocución, el expresidente llamó a la “calma general” y a la “tranquilidad”. Eso sí, recordó que hace cinco años él ya advirtió del problema catalán. “Me decían que eso no le preocupaba a nadie en España. Pensé que eso era lo mejor porque así los políticos lo podían arreglar, ... antes de que le preocupara a todo el mundo, porque cuando le preocupa a todo el mundo, el margen para arreglarlo se habrá estrechado dramáticamente”.
Joaquín Moya-Angeler
El expresidente del Gobierno, Felipe González, ejerció ayer de padrino de Joaquín Moya-Angeler como nuevo doctor Honoris Causa de la Universidad de Almería.
Conocidos desde mediados de la década de los 80 y ya amigos a finales de los 90, según rememoró González, agradeció el ex mandatario español, en estos “días convulsos que están ocurriendo en nuestro país”, tener el “gran alivio” de poder hablar de algo “que te llega al corazón, que te interesa, que son los méritos de Joaquín Moya-Angeler”
Ante una tribuna donde estaban el propio doctor, el rector de la UAL, Carmelo Rodríguez, y el secretario general de Universidades de la Junta, Manuel Torralbo, Felipe González no ahorró elogios hacia la figura de quien ha sido durante más de dos décadas presidente del Consejo Social de una Universidad con un cuarto de siglo de visa.
En su laudatio, el expresidente destacó varias cualidades de Moya-Angeler como su gran curiosidad “implacable” y la “gran capacidad” que tiene el nuevo doctor Honoris Causa de ver las cosas desde una perspectiva diferente” y citó las figuras históricas de Cristóbal Colón y Hernán Cortes, referentes luego en el discurso de Moya-Angeler. Al descubridor de América lo situó como “precusor del mundo globalizado actuall porque nos hizo ver el mundo como un globo por primera vez”.
Lleva muchos años Felipe González hablando de emprendedores y emprendimiento, vocablos siempre también en los discursos, charlas y conferencias del ejecutivo Joaquín Moya-Angeler.
En uno de los primeros encuentros entre González y Moya-Angeler, codo con codo en un avión, ambos empezaron a hablar de la revolución tecnológica, “en cuyo centro está la revolución informacional”. Y fue entonces cuando se forjó una alianza político-empresarial y, además, una amistad personal.
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