Profesionales sanitarios piden "tolerancia cero" ante las agresiones

El teniente coronel de la Guardia Civil José Hernández Mosquera y el comisario de Seguridad Privada de la Policía Nacional Ulises Moreno coordinarán, a partir de ahora, las medidas que se desarrollarán para prevenir las agresiones al personal sanitario. Así se lo ha comunicado esta mañana el subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca a los asistentes a la cumbre que ha reunido a colegios profesionales, sindicatos y representantes del sector médico y sanitario preocupados por las agresiones físicas y verbales que se registran en hospitales y centros de salud.

A pesar de que Almería es la provincia que menos casos registró el año pasado del global andaluz -el año pasado hubo 37 denuncias, 22 por agresiones físicas y el resto por amenazas y agresiones verbales-, la denuncia del personal del CARE Nicolás Salmerón ha puesto en el mapa una problemática que no ha hecho más que incrementarse en los últimos años. El pasado mes de julio, para intentar ponerle coto a las agresiones que sufren médicos, enfermeros y auxiliares, la Secretaría de Estado de Seguridad aprobó un protocolo que incide, principalmente, en medidas preventivas, pero que establece los canales a través de los que vehicular las quejas y denuncias que se reciban y que mejorará la coordinación entre todas las partes implicadas.

Mapa de centros
García Lorca señalaba esta mañana que una de las primeras acciones será la realización de un mapa que determinará la “peligrosidad” de los centros. “Hasta que no tengamos claro este mapa sanitario y las conductas delictivas, sería prematuro hacer cualquier evaluación previa”, apunta el subdelegado del Gobierno.

Por su parte, Gracia Fernández, delegada de la Junta en Almería, insistía en la denuncia de todas las agresiones y reclamaba “tolerancia cero” para intentar erradicar estas conductas de los centros sanitarios. “Las agresiones hacen mucho daño a los profesionales, pero también perjudican a los enfermos, porque pone a los médicos en guardia y les obliga a desarrollar una medicina defensiva. La persona que te va a cuidar no puede sentirse coaccionada en su trabajo. Tiene que tener la libertad de saber que puede hacer lo mejor posible para el paciente que tiene delante”.

Tolerancia cero
La delegada ha calificado las medidas que hay en marcha -como los botones anti-pánico, las dobles salidas en las consultas, las cámaras de seguridad o las llamadas de teléfono- como “imprescindibles”, pero ha señalado también que contar con un policía o un guardia civil que acompañe a los médicos en las consultas “es imposible”. Precisamente, una de las reclamaciones que hacen tanto el Sindicato Médico como Satse es que haya más seguridad en los hospitales y en los centros de salud en los que todavía no existe.