Amigos de la Alcazaba y La Soledad echan las campanas al vuelo en San Sebastián

Al mediodía de hoy se ha escuchado en Almería la característica sonoridad de las campanas, en este caso de la Iglesia de Santiago. La Asociación Amigos de la Alcazaba, junto a la Cofradía de la Soledad, se han sumado de esta manera a la iniciativa europea que busca poner en valor el toque manual de las campanas y que sea declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El propio hermano mayor de la Soledad, Francisco Javier Morcillo, junto a otro miembro de la cofradía, se han subido al campanario de la Iglesia para realizar este concierto musical mientras los miembros de la asociación y muchas otras personas se han congregado alrededor de la iglesia para escuchar su sonido.

La presidenta de Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez, afirma que “la idea fue acogida por la Asociación de Campaneros d´Albaida, que promueve el toque manual de campanas, y el MitMac (Museo Internacional del toque manual de campanas) que decidieron promover el día 21 de abril este proyecto que pretende a su vez ser el “campanazo” de partida del inventario de las torres, las campanas/carillones y los campaneros/carillonistas de Europa. Una documentación que será la base documental para solicitar a la Unesco que se reconozca el toque de campanas como Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad”.

Torre, campana y campaneros
Mayte Pérez explica que “el toque manual de campanas se mantiene de manera ininterrumpida en algunos sitios desde hace 800 años. La música de las campanas es la más antigua de Europa que conserva la sonoridad del momento en que la campana se fundió. Un instrumento único, formado por la unidad del campanario, las campanas y los campaneros, que nos retrotrae a un pasado común europeo y de otras tierras que recogieron nuestra cultura. El toque de campanas es posible gracias a la existencia de un patrimonio inmueble: la torre, uno mueble: la campana y uno inmaterial: la actividad de los campaneros”.

Amigos de la Alcazaba, como miembro de Hispania Nostra, conjuntamente con la Hermandad de la Soledad y sus campaneros, ha recogido el reto de incorporar a Almería al proyecto europeo de toque de campanas con técnicas tradicionales. Por eso, ha grabado en vídeo esta actividad y enviado a Hispania Nostra. La torre y la campana de Santiago, así como los campaneros de la Cofradía de la Soledad, pasarán a formar parte de la relación internacional que Hispania Nostra está elaborando para apoyar la declaración del toque manual de campanas como Patrimonio Inmaterial, iniciativa que tanto Amigos e la Alcazaba como la Cofradía de la Soledad seguirán impulsando a fin de que se mantenga y consolide en nuestra ciudad esta entrañable tradición.

Campaneros de la Soledad
Francisco Javier Morcillo explica que “desde la Cofradía de la Soledad decidimos crear un grupo de campaneros hace unos años, y desde entonces cada 15 de septiembre, que es la festividad de la Virgen de los Dolores, recuperamos esta tradición. Somos actualmente unos seis campaneros en la Soledad”. El hermano mayor afirma que “el toque depende de las horas litúrgicas, y combinamos toques más lentos con otros rápidos. El sonido varía si las campanas son de bronce o hierro. Hoy tocaremos el Ángelus y un toque que combina dos campanas”.

Por su parte, Francisco José Escámez, sacerdote de la Iglesia de Santiago, indica que “el toque manual de campanas es una práctica secular para convocar a los fieles, para expresar alegría de las fiestas, para avisar a la población de la llegada de catástrofes, etc. Hoy en día lo seguimos realizando usualmente en nuestro templo. La Iglesia de Santiago es coetánea de La Catedral, del siglo XVI, tiene unas líneas rectas que asemejan un baluarte defensivo, y es monumento nacional desde 1931. La peculiaridad de estas torres es que a diferencia de otros templos donde las torres están cubiertas por tejas, la de la Iglesia de Santiago parece la torre de un castillo, pues tiene un objetivo defensivo de disuasión”.

De esta manera, hoy se ha recuperado la tradición de echar las campanas al vuelo en Almería.