Vecinos reclaman a Educación un nuevo colegio en El Toyo

La Asociación de Vecinos La Unión del Toyo ha pedido a la Junta que construya un nuevo colegio porque el actual, el CEIP Torremar,  se saturó nada más construirse y de eso han pasado ya cinco años. Ayer, una representación vecinal se reunió con responsables de la delegación de Educación (al encuentro no asistió la delegada, pero sí el jefe de planificación en Almería) para hacerles llegar las reclamaciones de un barrio situado a 15 kilómetros de Almería y en el que hay empadronadas más de 7.200 personas. La entidad se reunirá hoy con el concejal de Cultura de la capital, Carlos Sánchez, para transmitirle sus preocupaciones.

En el encuentro mantenido ayer, vecinos y padres le expusieron a Educación que, desde hace cinco años, se quedan fuera del colegio por falta de plazas 32 niños en Primaria y 2 para las aulas específicas. También reclamaron que en el instituto, que abrió sus puertas el pasado mes de septiembre, se de clase en las tres aulas que todavía están vacías y que serviría para incorporar a 36  alumnos más de 1º a 3º de ESO. “Hemos tenido que reubicar a más de una treintena de niños en Bachillerato porque el instituto carece de aulas”, se quejan los padres. El IES fue inaugurado oficialmente hace un mes por la consejera de Educación, Sonia Gaya.

“Hace un mes, en una primera reunión, la delegada nos dijo que la Junta va a destinar un millón de euros en quitar las aulas prefabricadas. Nosotros creemos que sería más lógico que destinará otro millón más de nuestros impuestos y construyera un nuevo colegio de dos líneas ya que la Junta dispone de muchos terrenos en El Toyo que solo sirven para criar matojos”, señalaron ayer representantes de la Asociación de Vecinos La Unión del Toyo.

En el encuentro mantenido ayer con Educación, los vecinos también reclamaron una inversión que sirva para agrandar el comedor del colegio Torremar así como transporte para el instituto y para Primaria. “Aquí carecemos de transporte público alternativo y tenemos que tener en cuenta que todos estos niños aún son menores”, dicen.

“A todo esto se han negado en rotundo, reubicando a los niños entre El Alquián , La Cañada y Cabo de Gata, ya que allí hay plazas porque los niños que tenían que ocuparlas estudian en el Torremar, ocupando las plazas de los que viven aquí. Es el mundo al revés”, señalan.