Es de Benalúa, un pueblo de Granada. Pero desde hace años es profesor de Historia del Arte en la Escuela de Artes de Almería. Fue uno de los fundadores de HackLab Almería, y es uno de sus miembros mas activos.
Vienes del mundo del Arte, pero estás muy implicado en el mundo de la tecnología.
Bueno... Cuando yo era un niño, en mi pueblo hubo una pequeña revolución industrial, con el tema de la remolacha y el paso del ferrocarril, por la minería y la conexión... De hecho, una de las primeras líneas de alta tensión que se tiraron en Granada fue hacia la fábrica azucarera de Benalúa. Para un niño... Ese universo fue mi primer contacto. No me era ajeno.
Claro.
Luego pensé estudiar Arquitectura, pero terminé en Bellas Artes, en Granada. Y allí descubrí que lo que realmente me gusta, y en lo que puedo aportar algo, es mediando entre el resultado del trabajo de un artista, y su público. Se me daba bien explicar eso que hace que entiendas una obra de arte. Después, al graduarme, empecé de profesor en la Escuela de Artes de Melilla, y desarrollamos un proyecto: construir la página web para el quinto centenario de la ciudad, que se celebraba en 1997. Era la época de Infovía, de los modems aquellos que pitaban... Y, bueno, en el curso 97 - 98 me vine a Almería...
Y aquí te has implicado mucho en el colectivo tecnológico. Incluso, eres uno de los fundadores de HackLab.
Siempre he tenido interés en la dimensión tecnológica de lo artístico. Se habla del Renacimiento, de Leonardo… Pero ya los griegos hablaban de ‘tekné’ cuando se referían a lo artístico. Y es importante que esté ese ingrediente en el encuentro entre el producto de la técnica y su impacto emocional, estético en el mas profundo sentido del término, experiencial.
Otro de los rasgos que valoro es el de la interdisciplinaridad, y la antidisciplinaridad. Creo que la tecnología, todas las disciplinas, los necesitan mucho. El arte solo interesa a los artistas, las matemáticas, a los matemáticos... No, debe haber una mediación con otros campos, y con la sociedad en general.
¿Cómo ve a HackLab?
HackLab Almería es el espacio de condensación de una comunidad que ya existía. Yo veo... que la tierra es para quien la trabaja. Y si la parte tecnológica es la que mas se mueve, ese espacio común va a ir en esa dirección. Cuando el prefijo ‘Hack’ entra en juego, todo el mundo lo asocia con la tecnología, no con humanidades, o iniciativas de carácter social, aunque también estén implicadas. Por otro lado, es una asociación ‘gaseosa’, digamos, que no quiere someterse a reglas, tener filtros que impidan que alguien, sea cual sea su iniciativa, se sume… Y eso hace difícil que iniciativas que implican músculo, acción continuada, puedan desarrollarse. Pero bueno, está La Jaquería, y el Pymiento Project…
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