Nació en El Ejido, en 1998, y estudió en el Sek Alborán. Ahora estudia Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid. Y es uno de los miembros mas activos de HackLab Almería.
¿Cómo empezaste en este mundo de la tecnología?
Pues con un taller de Arduino en la Universidad, en verano. Me apuntó mi tía, y me gustó tanto que le pedí que me comprase un Arduino y un libro por mi cumpleaños, y me puse a hacer proyectos. Mi profesor de informática me dijo que había un grupo, HackLab Almería, que hacía muchas cosas con Arduino. Busqué en internet y me presenté allí.
Fui con mi madre, y le dije: “no te vayas, que si no me gusta, me salgo”. Tenía 15 años y estaba en cuarto de la ESO... Pero nada, me quedé. Coincidió con la época en que empecé con Linux, y tenía a mis amigos hartos, pero allí encontré a gente para hablar de Arduino, de Linux... Gente que hacía lo mismo que yo.
Nos ha pasado a todos.
Me gustó porque cuando eres joven buscas rebeldía, y el software libre te permite ser revolucionario en tecnología. Y allí vi gente súper ‘hacktivista’, y me sentí identificado con ellos. Fui asistiendo a charlas, aunque no tenía mucha idea...
También estás en el Makespace de Madrid.
El primer día que llegué me fui al MakeSpace, y desde entonces soy socio. Voy a programar, a trabajar, me llevo mis placas... Hay mucha gente haciendo proyectos, hay herramientas, si tienes dudas te ayudan... En Madrid hay muchas comunidades, pero no como nuestro HackLab Almería, donde puede venir todo el mundo, aunque no sepa nada, y hay un intercambio con los ponentes, y todos compartimos con todos. Eso en Madrid no... Y hecho de menos que, cuando haces una aplicación, todos te felicitan en HackLab. En Madrid eres uno mas.
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