Un millar de enganches ilegales eliminados en un año y medio

Las plantaciones clandestinas ponen en jaque la capacidad de la red varios barrios

Enganches ilegales en El Ejido.
Enganches ilegales en El Ejido. La Voz
Javier Pajarón
21:51 • 16 sept. 2018 / actualizado a las 07:00 • 17 sept. 2018

En la maraña de cables de una pequeña calle peatonal de casas bajas, en el corazón de la barriada almeriense de El Puche, solo un experto electricista es capaz de distinguir las conexiones regulares de los enganches. 



Los nudos, los empalmes y las ramificaciones vuelan sobre la cabeza de una fachada a otra y se extienden por la pared hasta las viviendas en un caos sin orden... pero con cierta planificación.



Operarios de Endesa, en estrecha colaboración con los agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, han cortado un millar de enganches ilegales a la red eléctrica de la provincia de Almería entre los años 2017 y 2018.



Las conexiones son, a menudo, obras de ingeniería improvisadas por los vecinos para saltarse las presiones del contador. Sin embargo, supone un riesgo evidente para quien lo manipula y, más aún, para los vecinos que viven amenazados por el riesgo de incendios.



Según datos de Endesa, el grueso de las intervenciones de sus operarios se concentran en El Puche, Pescadería y El Quemadero. Entre los tres barrios suman 470 enganches desmantelados en el último año y medio.



No es el único lugar de la provincia de Almería sometido por este fenómeno. Municipios como Pechina o El Ejido cuentan un centenar de conexiones irregulares detectadas por los técnicos de la compañía eléctrica. Vícar, Adra o Berja sufren unos 50 casos.



Esta actividad irregular tiene dos causas principales. Por una parte, existe un aprovechamiento de particulares que quieren conseguir fluido sin pasar por caja. Endesa ha identificado bloques de viviendas completos con un solo contrato, un punto de luz del que todos tiran.



Plantaciones
Y, por otra parte, la proliferación de plantaciones de marihuana en los inmuebles ha generado un nuevo modelo de enganches. Los traficantes buscan alimentar sus potentes equipos de iluminación y ventilación a coste cero y, más importante, sin dar pistas a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil de la ubicación de sus plantaciones. 


El resultado es un sinfín de incidencias, sobrecargas y cortes de luz que dejan a ciegas a los vecinos de barrios enteros. 


La Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Almería, la Audiencia Provincial, la Fiscalía y las fuerzas de seguridad han mantenido encuentros para abordar medidas contra las plantaciones de cannabis que se han multiplicado en los últimos años.


Endesa asegura que ha invertido para mejorar la red eléctrica e, incluso, ha ampliado la capacidad,  en lugares especialmente sometidos por este conflicto.


Solo la capital acumula más del 40 por ciento de los enganches detectados por los técnicos, en muchos casos procedentes de la actividad de los traficantes de marihuana asentados en La Chanca, Los Almendros, El Quemadero o El Puche. 


Al mismo tiempo, vecinos y comerciantes piden medidas para evitar que los cortes continuos de electricidad pongan piedras en las ruedas de la vida de los barrios. 


Las caídas de la red echan a perder la comida de los frigoríficos y provocan pérdidas a hosteleros y comerciantes almerienses. Un millar de enganches ilegales cortados 

señalan el origen: el enemigo está en casa. 




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