Una nueva intervención arqueológica con motivo de los trabajos de restauración del segundo recinto del Conjunto Monumental de La Alcazaba ha puesto al descubierto una una calle con varios pozos y atarjeas, conservándose en buen estado diferentes muros de tapial y ladrillo de cronología de momento desconocida, a falta del estudio de materiales, así como bienes muebles vinculados a los drenajes y desagües, como son los atanores.
Estas obras de conservación, que han contado con una inversión de 24.200 euros por parte de la Consejería de Cultura, corresponden a la continuación de las realizadas el pasado año en el Muro 36, una intervención donde se recuperó un espacio utilizando las técnicas tradicionales del tapial, donde se eliminaron añadidos parciales de los años ochenta del pasado siglo, se consolidaron mecánicamente grietas y elementos sueltos, sin olvidar que se procedió a la reconstrucción de la cara norte de un arco de ladrillo que se corresponde con un pozo.
Las labores de conservación vienen a poner freno al acentuado deterioro al que están expuestas las estructuras habitacionales descubiertas hasta la fecha. En concreto, tal y como explicó el delegado territorial de Cultura, Alfredo Valdivia, “en esta ocasión, los trabajos se centran en el conocido como Muro 32 y adyacentes, un espacio vinculado al área de servicio de los palacios en la zona norte del segundo recinto”.
El proyecto
De momento, se están llevando a cabo diferentes trabajos arqueológicos previos de apoyo a la conservación, los cuales consisten en la reposición volumétrica del vaciado de los muros de tapial, mampuestos y ladrillo que han perdido la fábrica casi en su totalidad, así como la fijación de la testa de dichos muros, que se encuentran disgregados y muy afectada por los procesos erosivos y climatológicos que afectan directamente al Conjunto Monumental.
Otros trabajos ejecutados en 2018
Según el propio director del monumento, Arturo del Pino, los proyectos de protección y los estudios previos vienen a complementar otros trabajos realizados este año, como el inicio de las obras de reforma de la instalación eléctrica, iluminación interior y sistemas de vigilancia y alarma, así como la conservación de la muralla.
Por otro lado, se efectuará la fijación de los revestimientos no adhesivos al soporte murario. El delegado reconoce que estos trabajos tienen como objetivo “la consolidación preventiva y urgente de aquellos elementos con riesgo inminente de pérdida o que haga peligrar la estabilidad de los muros”.
El Muro de la Vela
También se han iniciado las actuaciones de restitución fotogramétrica del frente occidental y oriental del Muro de la Vela. Un trabajo que será de gran interés para posibles labores de restauración y estudio de las estructuras defensivas de esta construcción. A partir de esta documentación, Valdivia asegura que “se podrán acometer restituciones científicas -digitales y a escala - de las estructuras”.
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