Torrecárdenas acomete obras de mejora del nuevo laboratorio

Un día después de la denuncia de la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), y solo unos meses después de su inauguración, los responsables del Hospital Torrecárdenas se han visto obligados a ordenar la urgente puesta en marcha de trabajos de mejora del nuevo laboratorio del centro, que según sus previsiones estaba llamado a convertirse en unas instalaciones “de referencia a nivel mundial”, debido a los graves e “intolerables” riesgos que deben afrontar los más de 140 profesionales que lo utilizan a diario.

Albañiles, electricistas y otros operarios han comenzado la mañana de este viernes a trabajar a marchas forzadas para eliminar, o al menos paliar, algunas de las 16 irregularidades que el sindicato ha puesto sobre la mesa de la Inspección de Trabajo de Almería y del Comité de Seguridad Laboral y Salud del hospital de referencia almeriense. Algunas de ellas podrán solucionarse en días, pero otras necesitarán de varias semanas, como mínimo, puesto que requerirán de obras de calado para conseguir que el laboratorio se ajuste a unas condiciones adecuadas, según Antonio Moreno, responsable de Salud de CSIF en Almería.

“Por increíble que parezca, un laboratorio totalmente nuevo se ha quedado pequeño muy poco después de su inauguración, y lo peor es que en las actuales instalaciones construidas y equipadas no hay suficiente espacio, por lo que podría ser necesario emprender nuevas obras de acondicionamiento en el almacén, que es bastante extenso y podría servir, aunque se trataría de trabajos de cierta consideración y un presupuesto nada desdeñable”, añade Moreno.

De momento, los electricistas han empezado a instalar la iluminación de emergencia y otros operarios tratan de dejar diáfanos los pasillos, que habían sido ocupados con todo tipo de materiales por la falta de espacio, algo sorprendente por la “increíble falta de cálculo”, al tratarse de una instalación nueva, según el sindicato.

Fueron los trabajadores los que se dirigieron a la CSIF para denunciar la situación que estaban sufriendo, que podía constatarse en el archivo fotográfico dirigido a la Inspección de Trabajo, que todavía no se ha presentado en el centro. Así, Moreno dice que todavía no puede dar crédito a que los responsables de las instalaciones colocaran ordenadores y otros equipos debajo de las duchas de emergencia, “que son obligatorias y que los profesionales usan cuando reciben alguna salpicadura de ácidos o sustancias peligrosas en el cuerpo o las ropas”. Estas duchas no pueden, lógicamente, utilizarse en tanto en cuanto no se retiren los equipos situados justo debajo.

En la denuncia, el sindicato destacaba como principales deficiencias las recogidas en el espacio diáfano del laboratorio donde se mezclan diversos productos como formol o aldehídos, que producen vapores que aspiran los trabajadores, generándoles picores en los ojos y garganta.
 El escrito ponía también de manifiesto que el área de Anatomía Patológica y Microbiología, que debe contar con un nivel de contención biológica 2, se encuentra sin el correspondiente aislamiento, dentro de la zona común del laboratorio, y que se encuentra además en una zona de continuo paso con el resto de profesionales.

La denuncia especificaba que los profesionales trabajaban sin cascos homologados y que los extintores no estaban ni normalizados ni ubicados en su señalización o que el laboratorio se encuentra físicamente separado del hospital.

Por otro lado, CSIF también dedica uno de los puntos de la denuncia a la antesala del laboratorio de contención biológico 3, el nivel más alto de protección del Área Biotecnología. Esta dependencia está ocupada por la máquina refrigeradora de las micobacterias (tuberculosis, lepra), centrifugadora y otros materiales, que está siendo mal utilizada.  Por último, la zona de descanso de los trabajadores está contigua a este laboratorio de contención biológica 3, compartiendo pasillo, con el riesgo que ello conlleva. .