En contra de un juicio con jurado por la “desmedida repercusión mediática”

El Caso Gabriel Cruz asoma en el horizonte judicial de la Audiencia de Almería. Los nueve miembros de un jurado popular juzgarán este año a la acusada Ana Julia Quezada en el proceso más mediático de la provincia desde el juicio del Caso Roquetas en la primavera de 2007. El interés despertado por la búsqueda del pequeño desaparecido en Las Hortichuelas (Níjar) y el trágico desenlace de suceso impregnan el procedimiento judicial.

La defensa de Quezada no oculta sus dudas sobre la viabilidad de un juicio justo entre tanto revuelo. La Audiencia Provincial rechazó a principios de febrero la propuesta de los letrados de celebrar el juicio con un tribunal profesional y reforzó la capacidad del jurado. “No resulta justificado (...)  poner en duda la integridad de los miembros del jurado y su capacidad para el enjuiciamiento”, señaló el tribunal.

Sin embargo, los abogados Beatriz Gámez y Esteban Hernández Thiel hacen constar en el inicio de su escrito de defensa su escepticismo. “Esta parte reitera su oposición a la tramitación del procedimiento ante el  Tribunal del Jurado, dado que la extraordinaria y desmedida repercusión mediática de los hechos privaría a cualquier ciudadano llamado a ser jurado de la imparcialidad y serenidad de ánimo requeridas en la Constitución para la delicada labor”, comienzan ante de relatar sus conclusiones provisionales. Preocupan aspectos como el conocimiento previo de los miembros del jurado seleccionados para el caso o su aislamiento durante las sesiones del juicio.